Siempre el tablero activo

Aún en situaciones extremas, en el centro de despalillo como en otras instalaciones del sector tabacalero, no se deja de laborar. En los tableros, las operarias de salón se las ingenian y con destreza y cuidado retiran parte de la vena central de cada hoja, acción que deviene en esfuerzo ante la falta de iluminación necesaria, pues el trabajo es «a vista».

Ellas saben que no se puede parar. La producción se necesita para el proceso industrial del torcido con destino al consumo nacional y exportación.
La selección del capote grande, mediano y chico ha de ser inconfundible, de ahí la calidad y eficiencia del trabajo de la entidad tabacalera y de cada operaria.

De mano en mano, pasan las hojas del tabaco acopiado de la campaña 2024 beneficiado en las escogidas manicaragüenses y el quince/dieciséis Volado (15/ 16Vdo.) vega fina procedente de Pinar del Río.

La unidad tiene acumulada la producción para el cumplimiento del plan de ventas, ciclo inconcluso a partir de la imposibilidad de confeccionar las pacas por las criticas afectaciones eléctricas y no disposicion sostenida de combustible para la planta.

A pesar de las adversidades, en el centro se reafirma con los tableros activos, la convergencia de intereses nacionales, empresariales e individuales desde el emprendimiento de la marcha productiva.