Crucial ejercicio democrático
Cuando resta apenas un mes y unos pocos días para que se inicie la consulta del Anteproyecto de Ley del nuevo Código de Trabajo, el movimiento sindical continúa los preparativos en este tórrido verano para que los trabajadores puedan hacer valer su voz en ese crucial ejercicio democrático.
Leobanys Ávila Góngora, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, explicó los pormenores de esta consulta, prevista para realizarse entre el 8 de septiembre y el 30 de noviembre próximos, la cual abarcará a todas las personas trabajadoras de Cuba, independientemente de la forma de gestión en que laboren.
Como antecedente a ese momento recordó que la construcción del Anteproyecto de Ley da cumplimiento al cronograma legislativo aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), y es el resultado de un grupo temporal de trabajo con distintas comisiones, integrado por varios organismos, ministerios, instituciones y organizaciones de masas.
“En particular la CTC y los sindicatos estuvieron representados por un conjunto de compañeros, según los temas, preparación y experiencia. Nuestro mayor protagonismo fue en la confección del Libro tres de la norma, sobre las relaciones colectivas de trabajo, cuya elaboración estuvo a cargo del movimiento sindical, las universidades, especialistas jurídicos y la Sociedad Cubana de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social”, apuntó.
En cada una de las etapas del proceso se escuchó la opinión del movimiento sindical sobre los asuntos que se modifican e incorporan, aseguró Ávila Góngora, quien destacó que varias recomendaciones de la dirección de la CTC fueron trasladadas al grupo temporal de trabajo a cargo de la redacción de la futura ley.
Significó que estuvieran en los debates de las comisiones de la ANPP que analizó la política aprobada al respecto, en los equipos de capacidad legislativa, así como en sesiones con la dirección jurídica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Una consulta más amplia
El dirigente sindical puntualizó que las reuniones de consulta podrán ser en un centro laboral o donde se unan dos o más colectivos de un mismo sindicato o centro, en caso de existir turnos de trabajo, brigadas o establecimientos de producción continua.
Se realizarán también consultas en una o en diferentes tipos de mipymes, cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia, así como en áreas de comercialización, tengan o no estructuras sindicales. Excepcionalmente, la CTC municipal podrá autorizar unir colectivos de distintos sindicatos, en coordinación con la CTC provincial.
Especificó que, para garantizar la calidad del debate, en las reuniones donde se unan colectivos no podrán participar más de 100 personas y se contará con un tabloide diseñado al efecto que contiene no solo el Anteproyecto, sino también la metodología a emplear, entre otros elementos.
Adelantó Leobanys que el análisis del Anteproyecto se efectuará por párrafos (todos numerados) y que no será necesario leerlo, ya que previamente debe ser estudiado. Los asistentes podrán hacer propuestas dirigidas a modificar, adicionar o eliminar párrafos del documento o plantear dudas respecto al contenido.
A diferencia de la consulta del Código de Trabajo aprobado en el 2013, esta será más abarcadora, pues incorpora el examen y discusión con los trabajadores del sector no estatal, estén o no sindicalizados.
Enfatizó igualmente que en tales reuniones las sugerencias no se someten a votación para su aprobación ni se adoptan acuerdos. “Se recogen tal y como fueron planteadas o escritas por los trabajadores”, remarcó.
“Ya en junio se desarrollaron un seminario nacional, los 15 provinciales y los 168 a nivel municipal, con miles de participantes.
“Actualmente se prepara a los dirigentes sindicales de base, especialistas del sector jurídico y cuadros administrativos quienes liderarán este proceso”, amplió.
En paralelo el Anteproyecto se sigue perfeccionando, pues se hicieron nuevas consultas especializadas, con más de 350 propuestas. Ya concluyó el proceso de conciliación y fue elaborada la versión definitiva que será sometida a debate con los trabajadores, aseveró.
Otras facilidades organizativas previstas son una aplicación digital con el documento y un grupo de prestaciones, que permitan su análisis y estudio desde los móviles. También se deben constituir puestos de mando a nivel de municipio, provincia y nación, los cuales tendrán la responsabilidad de conducir el proceso y captar, transmitir y gestionar las propuestas realizadas mediante herramientas informáticas.
“Debemos avanzar con mayor celeridad en poner el documento a disposición de los trabajadores, a partir de su complejidad y amplitud”, advirtió el dirigente sindical, quien orientó organizar en agosto los cronogramas de reuniones, crear los puestos de mando y asesorar a sus integrantes, distribuir los tabloides una vez sean entregados y continuar preparando a los cuadros y dirigentes de base que conducirán esta tarea.
Lograr la participación consciente y aportadora de los trabajadores en la construcción de su Código de Trabajo es el principal propósito, en el que emerge como complejidad la organización de la consulta en el sector no estatal, sobre todo en los que no hay estructuras sindicales.
“Hay que conseguir administrativamente una organización de los procesos productivos, de servicios, la docencia y la investigación que favorezcan el desarrollo de esta consulta, así como lograr el acompañamiento de los juristas en la preparación de los trabajadores y en las reuniones, junto con un flujo de información con la calidad requerida”, concluyó.
Anteproyecto por dentro:
– Se trata del proceso político más importante del movimiento sindical en el 2025, en el que se reafirma su participación en los destinos de la nación.
– Podrá ser enriquecido con los aportes de los trabajadores cubanos, estatales y no estatales, incluidos quienes prestan colaboración y laboran en misiones en el exterior.
– Esta propuesta se divide en cuatro libros que contemplan: disposiciones generales, derecho individual, derecho colectivo y la administración del trabajo.
– Este texto contempla 12 disposiciones normativas emitidas con anterioridad, además de integrarse, a la propia norma, el reglamento.
– En su redacción se tuvieron en cuenta los fundamentos de la Constitución de la República y los documentos rectores del Partido, la adhesión de Cuba a normas internacionales del trabajo y un grupo de políticas y disposiciones jurídicas del país.
– La nueva norma jurídica prevé mejoras no solamente desde el punto de vista técnico, sino sobre todo, cambios sustanciales en principios y conceptos alrededor del mundo del trabajo.
– Entre sus propósitos más relevantes está garantizar iguales derechos a todas las personas trabajadoras, con independencia del sector y la forma de gestión donde laboren.
Publicar comentario