domingo, 12 mayo 2024

Viviendo bien con la enfermedad renal

Esta frase va más allá de un lema, es una razón de ser de los que viven con enfermedades renales crónicas. Y es una constante permanente en el accionar de la medicina en todo el mundo, y Cuba no está exenta de ella.

Eleonora María Flores Pedraza

Del otro lado de la «línea»: gracias por la ayuda

Quizás usted ya ha escuchado hablar del tema, probablemente lo vio en la televisión, las redes o algún amigo le comentó sobre el asunto. Lo cierto es que en medio de un rebrote por la pandemia de COVID-19 recibir ayuda psicológica no es “cosa de locos”, ni tampoco una idea distante.

Haylem Barroso

En busca de un bebe sano

Desde el 2015, cada 3 de marzo se celebra el Día de los Defectos Congénitos. En Cuba el Sistema de Salud realiza acciones de prevención y control sobre estos padecimientos.

Eleonora María Flores Pedraza

María y Eusebio, una historia para contar

Cuando llegué aquella tarde de domingo a los portales donde se encuentran varias edificaciones de la ciudad, entre ellas la Casa de Cultura ”Juan Marinello” y al lado la emisora provincial CMHW, coincidí con dos perros que fueron a mi encuentro, saludándome con mucho cariño. Fue entonces que por primera vez escuché sus nombres cuando Alicia, quien es custodio de la emisora los nombró: María y Eusebio.

Helen Álvarez Martínez

Cuidados y cuidadoras: Las preguntas correctas

Liliana tiene 49 años, un hijo de 21 y una hija de 19. Cuando compartíamos aula en la secundaria, era la reina indiscutible de las fórmulas químicas. Fiel a sus pasiones, hoy trabaja en uno de esos centros de ciencia que se han robado titulares en Cuba. Pero, aunque no ha dejado de trabajar en su laboratorio, la obsesión de Liliana ahora mismo tiene más que ver con ollas y trapeadores, que con probetas y microscopios.

Cubadebate

El mejor amigo y viceversa

Este chofer de moto-taxi de la ciudad de Santa Clara, sale a recorrer casi todos los días la urbe más central de Cuba en búsqueda de trabajo, con su mejor amigo: su perro

Guillermo Díaz

La historia tras el nasobuco

Cuando vi por primera vez un nasobuco fue en mi primera visita al estomatólogo, de pequeña, y quedé muy impresionada por ese atuendo que tapaba la boca del doctor y apenas se veía su rostro. Con el paso del tiempo se hizo habitual ver nasobucos, pero sólo los usados por el personal de la salud o algunas personas con problemas de salud que lo necesitaban en la calle para su protección. Luego y más cercano en el tiempo veía por las calles a algunos adolescentes y jóvenes utilizarlos por la tendencia de los llamados “duràkos”, en estos casos usando bozales de preferencia negros.

Helen Álvarez Martínez