jueves, 28 marzo 2024

Ómicron llama a la cordura

Desde marzo de 2020 Cuba, al igual que el mundo, vive con la amenaza de la COVID-19, una pandemia que demanda un nuevo código de vida donde impere la responsabilidad social y colectiva.

La pesadilla desde entonces nos lleva a tomar y tomar cada vez nuevas medidas o a incrementar las ya existentes para evitar el contagio, la enfermedad y la muerte. Sin embargo, el riesgo continúa siendo muy alto y el deber de cuidarnos para cuidar a los demás se impone a cada momento

Según datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba del 18 de enero de 2022, más de un millón de personas se han diagnosticado en nuestro país con la COVID-19 desde que surgió hasta la fecha. Números y cifras que hace casi dos años nos mantienen alertas tanto a los cubanos como a los habitantes de todo el Orbe. Sufrimiento y dolor en nuestros hogares prevalecen desde entonces. Familiares y amigos han fallecido a causa de la enfermedad.

La pandemia ha mutado y diferentes variantes han recorrido y contagiado al mundo. Unas más agresivas que otras, pero todas han causado estrés y pánico. Según estudios, se diagnostican problemas psicológicos en el personal de salud de muchos países, donde el sistema sanitario también colapsó.

Hoy el mundo y Cuba en particular, viven una nueva variante: Ómicron, que si bien es menos letal (pero no podemos descuidarnos), es más contagiosa. En conferencia de prensa del pasado lunes, el doctor Francisco Durán, director nacional de Higiene y epidemiología, aseguró que ya es esta la variante dominate que circula en nuestro país.

Muestra de ello es que en los primeros 15 días del mes de enero se confirmaron en Cuba 32 720 nuevos contagios, cifra muy superior a la reportada en noviembre (9 994) y diciembre (3 845). Sin contar que existen muchas personas con síntomas leves que no acuden a las instituciones de salud o no son estudiadas, significando cifras reales más elevadas.

En España, por citar un ejemplo de lo que vive el mundo, en el parte del mismo 18 de enero las cifras superaron los 330 mil casos en el día; en Estados Unidos, más de 712 mil casos de contagios. Cifras escalofriantes, diría yo.

Sin embargo, a pesar de mantenernos informados por todos los medios de comunicación, a mi juicio, la percepción del riesgo sigue siendo insuficiente. Personas sin cumplir con las medidas sanitarias establecidas se encuentran a menud, en las bodegas, ómnibus urbanos, cuadras, barrios y hasta en centros de estudios y de trabajo.

¿Dónde está la responsabilidad que nos toca a todos?. Cumplir en todos los escenarios con los protocolos de actuación diseñados y establecidos para el manejo, tanto preventivo como terapéutico de la enfermedad, sigue siendo una necesidad imperiosa.

Similar sucede con el llamado a la vacunación. El esquema completo y la dosis de refuerzo según lo establecido nos protege y salva. Evite ud tensar su psiquis, la de su familia y al sistema sanitario.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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