Argentina con Cristina
Bajo esta consigna decenas de miles de argentinos han salido a las calles de varias ciudades, sobre todo de Buenos Aires, en la última semana, en apoyo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, condenada a seis años de prisión domiciliaria.
Desde el pasado martes 17 de junio la destacada política y ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cumple su sentencia de arresto domiciliario, tras ser sentenciada por cargos de corrupción.
Según refiere el diario La Nación, el juez Jorge Gorini fue el encargado de informarle a través de una videollamada sobre la sentencia, dictada en uno de los contextos políticos, económicos y sociales más tensos que ha vivido el país sudamericano en las últimas décadas.
Si bien su situación actual es bastante compleja, lo cierto es que la defensa de Fernández de Kirchner consiguió una importante victoria al poder revocar la decisión de algunos magistrados del cumplimiento de la pena en una cárcel común.
En ese sentido, el abogado de la ex mandataria, Gregorio Dalbon destacó que “se impuso el derecho, se impuso el pueblo, porque era lo que correspondía, aun cuando se tratara de una causa armada”, publica Rusia Today.
Pero ¿qué implicaciones políticas mueven los hilos detrás del la condena a Cristina?
Los argentinos viven ahora mismo uno de los momentos de mayor polarización de su historia reciente, con un país perfectamente dividido en: simpatizantes del actual mandatario Javier Milei y sus opositores, sin importar el partido al que pertenezcan estos últimos.
En medio de este panorama Fernández de Kirchner era la única “pierda en el zapato” para Milei en las venideras elecciones legislativas de este 2025, por lo que nada más “acertado” para el actual presidente que retomar viejos intentos de acusar a la mujer más destacada de la política argentina de las últimas décadas de una corrupción no probada.
Para Cristina, de 72 años de edad, quien ya fue diputada de 1997 al 2001, senadora en tres períodos, presidenta de 2007 al 2015 y vicepresidenta del 2019 al 2023, venir de una familia acomodada ha jugado siempre en su contra, pues declarar “turbias” sus posesiones ha constituido el argumento permanente de aquellos que no se cansan de deslegitimarla, los mismos que saben que en las urnas, en buena lid democrática, no tendrían ninguna oportunidad en su contra.
Entonces, retoman viejos fantasmas de desvíos económicos, de negocios encubiertos, para acallar así el creciente movimiento anti Milei que avanza en Argentina, un país sumido ahora mismo en una dolarización brutal de su economía, acompañada de la erradicación del banco central, así como la disminución de varias funciones centralizadoras del Estado.
Publicar comentario