jueves, 18 abril 2024

La dulce gramínea está de celebración

Mi tradición de familia azucarera me enorgullece y me lleva a recordar lo que viví en mi hogar. Padre y abuelos, y una fábrica de hacer azúcar de caña, a pocos pasos de casa, forman parte de mis mejores recuerdos. Luego, un esposo que le dedica su vida a la dulce gramínea también forma parte de mi historia. De ahí que hoy recuerdo esta fecha, día de la caña de azúcar, como mía.

Es el 4 de noviembre fecha reconocida en Cuba desde hace varias décadas como el “Día de la caña de azúcar”, una celebración que deviene compromiso para cumplir con las metas propuestas en relación a la dulce gramínea.

El Decreto-Ley 3987 que establece la celebración fue publicado en la Gaceta Oficial de la República el 5 de enero de 1956. Se escoge la fecha en honor al nacimiento de Álvaro Reinoso, como una vía de reconocimiento permanente a la gran obra del sabio agrónomo cubano.

Aunque existen con anterioridad a la década de los 50 varios libros, monografías, testimonios y pequeñas narraciones escritas por hombres del saber y de convivencia dentro del medio cañero azucarero, con este día se salda una deuda histórica de gratitud a la profesionalidad azucarera del país, con el sabio cubano y con la benemérita gramínea.

El transitar de la producción de azúcar en Cuba tiene su historia, y aun cuando las estructuras y conmemoraciones han sido diferentes, los que se dedican a esta tarea del campo y de la industria dejan su huella en cada labor y cada día del año perfeccionan su accionar para lograr el dulce grano y dignificar a sus productores.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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