Celebró Placetas el 1 de Mayo
Aún no levantaba el alba y ya en Placetas el caminar azul, blanco y rojo en una misma dirección delataba qué día es hoy. No se vieron grandes movilizaciones de vehículos, pero sí el ánimo de los sindicalistas, el entusiasmo reflejado en cada rostro y la determinación de quienes, año tras año, hacen de esta jornada un símbolo de unidad y compromiso.
La carretera central se vistió de color, adornada con banderas, globos y pancartas que reflejan el espíritu de los trabajadores. No hubo espacio para la apatía cuando los ritmos de las congas retumbaron y contagiaron con su energía a los participantes. Cada sindicato desplegó sus iniciativas con orgullo, mostrando los logros alcanzados y renovando los compromisos de cara al futuro. La sana competencia entre colectivos de trabajo agrega un matiz especial a la celebración, donde la creatividad y el esfuerzo se conjugan para destacar lo mejor de cada sector.
Pero lo más emotivo es ver a los más pequeños acompañando a sus padres, agarrados de la mano, con ojos llenos de asombro y alegría. Para ellos, esta jornada no es solo una marcha, sino una experiencia que los conecta con el esfuerzo de sus familias, con la historia de quienes han dedicado su vida a construir un mejor país.
Entre risas y entusiasmo, el Día Internacional de los Trabajadores en Cuba sigue siendo una muestra de unidad, compromiso y esperanza.
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