Unidos por un mundo sin glaucoma
«Unidos por un mundo sin Glaucoma» es el lema que preside la semana mundial del glaucoma, enfermedad considerada la segunda causa de ceguera en el mundo.
Se conoce como la ceguera silenciosa, ya que la mitad de los pacientes que la padecen no lo saben hasta que la enfermedad está muy avanzada y sus efectos ya son irreversibles.
El glaucoma se caracteriza por la degeneración progresiva, crónica e irreversible del nervio óptico, generalmente debido a un aumento de la presión intraocular y está conformada por más de 60 enfermedades oculares. Los signos de alarma son la pérdida de visión progresiva y normalmente periférica, por lo que reduce el campo visual del paciente de forma gradual. Esta reducción es asintomática en su fase inicial, por lo que el paciente puede padecer la enfermedad y no ser consciente de la pérdida de visión hasta su estadío avanzado.
Algunos de los síntomas característicos del glaucoma son la falta de adaptabilidad a los cambios lumínicos y defectos progresivos en el campo visual, los cuales deben ser evaluados por un oftalmólogo.
Lo principales factores de riesgo son el incremento en la presión intraocular, los antecedentes familiares de esta patología, la edad avanzada, la raza negra y grado de miopías elevado (más de 6 dioptrías).
De acuerdo a la Asociación Mundial del Glaucoma, una de cada 200 personas mayores de 40 años de edad tienen glaucoma, de las cuales la mitad de ellas no han sido diagnosticadas. Se estima que para el año 2024, aproximadamente 118,4 millones de personas padecerán esta enfermedad.
Para prevenir esta afección, se requiere de una revisión oftalmológica completa de forma periódica, lo que contribuiría a detectarla en sus fases asintomáticas iniciales, y evitar sus consecuencias irreversibles, fundamentalmente para las personas mayores de 40 años y para los que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. Asimismo se recomienda el control anual de la presión intraocular, hacer ejercicios o alguna actividad física, para ayuda a reducir la presión intraocular, y usar gafas de sol para proteger los ojos, evitando el exceso de radiación ultravioleta, lo que ayuda a prevenir las cataratas y la degeneración macular.
La semana mundial del glaucoma constituye oportunidad para educar y prevenir sobre esta dolencia ocular, que si bien no tiene cura, se puede prevenir con un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
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