viernes, 19 abril 2024

Huracanes 2019: ¿cómo nombrarlos?

Iniciada este primero de junio, se prevé que durante la actual temporada ciclónica, la probabilidad de afectación de un huracán  a Cuba se ubique en un 40 por ciento y que el período más activo de la temporada se enmarque desde finales de agosto hasta octubre.

Iniciada este primero de junio, se prevé que durante la actual temporada ciclónica, la probabilidad de afectación de un huracán  a Cuba se ubique en un 40 por ciento y que el período más activo de la temporada se enmarque desde finales de agosto hasta octubre.

La utilización del término ciclón tropical hace referencia a un sistema de tormenta con una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión y que se acompaña de fuertes vientos y abundantes lluvias. A diferencia de otras tormentas ciclónicas, presentan un núcleo cálido a partir del mecanismo de calor que las alimenta y su formación se ubica principalmente en siete regiones: el océano Atlántico; las zonas oriental, sur y occidental del océano Pacífico, así como el sudoeste, norte y sureste del océano Índico.

En dependencia de su fuerza y localización, un ciclón tropical puede llamarse depresión tropical, tormenta tropical, huracán, tifón o simplemente ciclón. Para su designación actual, se emplean nombres que aparecen en listas previamente elaboradas bien por la Organización Meteorológica Mundial o por los centros meteorológicos involucrados en la predicción de tormentas.

Esta práctica no se introduce hasta fines del siglo XIX por Clement Lindley Wragge, un meteorólogo australiano que empleaba como referentes nombres de la historia, la mitología o bien coterráneos.

En el período de la Segunda Guerra Mundial, los ciclones tropicales empezaron a recibir nombres femeninos, pero no es hasta 1953 que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos comienza a emplear una nomenclatura similar a la que conocemos hoy, solo que con la inclusión únicamente de nombres femeninos. Esta práctica se toma por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que le agrega nombres masculinos a partir de 1979.

También ese mismo año se inició la práctica de preparar listas de nombres antes del inicio de la temporada. Los nombres provienen usualmente del inglés, francés o español en la región atlántica, estos devienen los tres idiomas predominantes en la región donde las tormentas se forman habitualmente. En el hemisferio sur, los nombres masculinos hicieron su entrada en 1975.

En el caso de la región atlántica y pacífica norte y este, el IV Comité de Huracanes de la Asociación Regional de la Organización Meteorológica Mundial constituye el encargado de seleccionar los nombres para las tormentas, respetando siempre el orden alfabético.

Los nombres masculinos y femeninos se asignan alternativamente en orden alfabético durante la temporada en curso. El “género” de la primera tormenta del año también alterna anualmente: la primera tormenta de un año impar recibe nombre femenino, mientras que la primera de un año par, masculino.

Se preparan con antelación seis listas de nombres y cada una se utiliza cada seis años. Se omiten las letras QUXY y Z  -en el Atlántico; en el pacífico sólo se omiten Q y ; así el formato se acomoda a 21 o 24 tormentas “nombradas” en una temporada de huracanes.

En caso de que aparezcan más de 21 tormentas con nombre en la temporada atlántica, o más de 24 en la temporada del Pacífico Este, el resto de tormentas se nombran a partir de las letras del Alfabeto Griego. De esta forma la vigésimo segunda tormenta es llamada Alfa, la vigésimo tercera Beta, y así sucesivamente.  Esta práctica se empleó en la temporada de 2005 cuando la lista se agotó.

Hasta el momento no existen informes sobre tormentas nombradas con una letra griega que hayan causado daño suficiente como para justificar su retirada, por lo que se desconoce cómo se manejará esta situación.

En la región del Pacífico Norte Central, los listados son mantenidos por el Centro de Huracanes del Pacífico Central en Honolulu. Se eligen cuatro listas de nombres en hawaiano y se usan de forma secuencial sin importar el año.

En el Pacífico Noroeste, las listas de nombres son mantenidas por el Comité de Tifones de la OMM. Se usan cinco listas de nombres, en la que cada una de las 14 naciones participantes aporta dos nombres a cada lista. Los nombres se usan según el orden de los países en inglés, secuencialmente, sin importar el año.

Desde 1981, el sistema de numeración ha sido el sistema primario para identificar ciclones tropicales entre los miembros del Comité y todavía está en uso. Los números internacionales se asignan por la Agencia Meteorológica de Japón en el orden que se forma una tormenta tropical, mientras que también pueden asignarse otros números diferentes dependiendo de cada comité regional.

En el caso de la Oficina de Meteorología Australiana mantiene tres listas de nombres, una para cada región (Oeste, Norte y Este). También existen listas para las regiones de Fiyi y Papúa Nueva Guinea.

El servicio meteorológico de las islas Seychelles mantiene una lista para el océano Índico Sudoeste. Donde se emplea una lista nueva cada año.

Los nombres de las tormentas pueden ser retirados tras la petición de los países afectados si han causado daños extensivos. Entonces las naciones en cuestión eligen un nombre de reemplazo del mismo género, y si es posible, de la misma etnia que el nombre que se retira.

Tal fue el caso del nombre Ike que había sido utilizado por primera vez en 2008, luego de sustituir a Isidore, pero que a su vez fue cambiado por Isaías a partir de sus estragos en Cuba, Cayos de la Florida, República Dominicana, Texas, Luisiana y el Valle de Misisipi. Otro tanto ocurrió con Gustav, también de 2008, cuya trayectoria desde el 25 de agosto al 4 de septiembre afectó seriamente a República Dominicana, Haití, Jamaica, Islas Caimán, Cuba y Estados Unidos, y Paloma que afectó  alas Islas Caimán y  Cuba también durante ese año.

Posteriormente desaparecerían de la lista Igor, Tomas, Irene, Sandy, Erika, Joaquín, Otto, Mathew, Harvey, Nate, y por supuesto, Irma y María; el primero, considerado uno de los cinco huracanes más poderosos registrados en el Océano Atlántico en los últimos 80 años y el segundo considerado el peor desastre natural que afectó a Dominica y Puerto Rico. Desde 1953, un total de 86 nombres han sido eliminados de las listas del área del Atlántico Norte.

Este año los nombres serán Barry, Chantal, Dorian, Erin, fernand, gabriele, humberto, Imelda, Jerry, Karen, lorenzo, Melissa, Néstor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien,Tanya, Van y Wendy. La lista estuvo encabezada por Andrea que se le asignó  ala tormenta subtropical desarrollada ntre el 17 y el 21 de mayo del presente año.

Según la meteoróloga cubana Miriam Yanes, se espera una tendencia al comportamiento de la temporada ciclónica cercano a lo normal debido a la influencia del evento El Niño-Oscilación del Sur


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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