viernes, 19 abril 2024

Si de lógica y  ahorro se trata…

El Parque Vidal constituye, desde la fundación de Santa Clara, un punto en el cual convergen las principales calles de la ciudad más central de Cuba. Pese a ser bien conocida esa situación, existe en contrapartida una recurrente tendencia a “cerrar” temporalmente la circulación automotor por las vías que lo rodean ante cualquier hecho.

El Parque Vidal constituye, desde la fundación de Santa Clara, un punto en el cual convergen las principales calles de la ciudad más central de Cuba. Pese a ser bien conocida esa situación, existe en contrapartida una recurrente tendencia a “cerrar” temporalmente la circulación automotor por las vías que lo rodean ante cualquier hecho.

El Parque Vidal constituye, desde la fundación de Santa Clara, un punto en el cual convergen las principales calles de la ciudad más central de Cuba. Ello obedece al trazado original de la urbe, acorde a las leyes coloniales de Indias dictadas por la metrópoli española. Pese a ser bien conocida esa situación, existe en contrapartida una recurrente tendencia a “cerrar” temporalmente la circulación automotor por las vías que lo rodean ante cualquier hecho, sin tener en cuenta las múltiples afectaciones y consecuencias que ello trae consigo.

Cada vez que eso sucede, ómnibus y demás vehículos que por allí debían transitar tienen que desviarse obligatoriamente por arterias contiguas, menos apropiadas para enfrentar una mayor circulación, creando una mayor congestión y cambios de las rutas y paradas del transporte urbano, que cada hora trasladan inevitablemente a cientos de personas hasta el centro de la ciudad, también principal polo comercial y gastronómico de la localidad.

Además de las molestias ocasionadas a la población, cualquiera pudiera deducir que un vehículo, al tomar esas vías alternativas para alcanzar su destino final, va a consumir más gasolina o diésel que en su recorrido rectilíneo normal. Ello está bien sintetizado en el teorema expuesto por los matemáticos griegos Arquímedes y Pitágoras: “la menor distancia entre dos puntos (en geometría plana), es la línea recta”. No hace falta aplicar una compleja ecuación para demostrar entonces que a menor distancia, habrá menos consumo.

Por tanto, fácilmente se puede concluir que los cierres ocasionales de las vías aledañas al Parque Vidal conllevan a un gasto “adicional” de combustible para nada despreciable, que el país ni nadie puede darse el lujo de derrochar indebidamente.

¿No existen otras alternativas aparte de “cerrar el tráfico” en torno a la principal plaza pública, para realizar la mayoría de los eventos?

Por sus dimensiones, las áreas interiores del Parque Vidal pudieran acoger algunas de las ferias y otros espectáculos que en los últimos tiempos se realizan sobre esas vías…

Si esa propuesta resultara desacertada entonces podríamos agregar que en Santa Clara existen otras áreas que sin ocasionar afectaciones, pudieran utilizarse para esos fines como los Parques El Carmen y La Pastora, y principalmente, los amplios exteriores del Estadio de Béisbol “Augusto César Sandino”.

Algunos podrán alegar que eso restaría la afluencia de personas a dichos eventos, pero a la vez continuarían reforzando la vieja concepción geocéntrica de la ciudad, y lo peor: contribuyendo al uso irracional de combustibles. Un evento bien organizado y promocionado recibe su público por interés, no por casualidad y curiosidad.

La Feria del Libro de La Habana, como un ejemplo, no se realiza en la calle 23 u otra avenida de la Capital del país; e desarrolla en el Complejo Morro-Cabaña, bien distante de los principales focos citadinos. La elevada participación popular es bien conocida, independientemente a que se adoptan medidas con la transportación de personas y se garantizan variadas ofertas gastronómicas para los visitantes.

¿Por qué no pensar entonces en la posible realización de la Feria del Libro en Santa Clara en las áreas exteriores del Sandino, sin tener que cerrar cada año la circulación vial en torno al Parque Vidal durante varios días, y con ello evitar el malgasto de miles de litros de combustible?

Me referí a la Feria del Libro sin mencionar otros eventos de menor trascendencia que podrían ser reubicados de escenario por el bien de todos y de la economía del país.

Consideramos, y no en plural de modestia, que ya demasiadas restricciones de circulación tiene el parque santaclareño con sólo el cierre casi indefinido de la Calle Cuba por la esperada remodelación del antiguo Hotel Florida, que según algunos, no acaba de comenzar por déficit de recursos.

Esa carencia de bienes para iniciar la reconstrucción del viejo edificio conlleva, sin embargo, al derroche de otros recursos, al tener los ómnibus y otros vehículos de transporte público que tomar otras vías colaterales, recorriendo una mayor distancia, para más adelante retomar su recorrido habitual, precisamente por la Calle Cuba.

Valdría la pena también pensar, que de extenderse indefinidamente la restauración del antiguo Hotel Florida, sería apropiado reabrir la circulación por esa vía, una de las principales que parten del Parque Vidal.

Si de lógica y ahorro se trata, sería factible evaluar estas opiniones de la voz populi sintetizadas a manera de comentario, no son sólo mis criterios.

La prensa, como dijera nuestro héroe nacional José Martí, no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo.


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