jueves, 28 marzo 2024

Manos rudas, corazón bondadoso

Creo que fue el gran intelectual y artista Samuel Feijoo quien dijo una vez que ¨el guajiro era el cubano esencial¨. Aún no he logrado obtener la certeza de la expresión feijosiana pero de lo que no tengo la menor duda es que si alguien es sacrificado y dador, es el hombre y la mujer de los campos de Cuba.

En Villa Clara, cuando en marzo del año pasado la COVID-19 empezó a hacer estragos en la salud, los campesinos villaclareños, unas veces compulsados por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)  y otras simplemente por iniciativa propia, realizaron numerosas entregas gratuitas de alimentos de origen animal y vegetal a aquellos lugares donde eran atendidos los pacientes y en otros donde se alojaban niños y ancianos.

Esa actitud  se mantuvo durante todo el decurso del 2020 y en los primeros meses de este año. Un ejemplo de lo anterior es el destacado tabacalero Noel Rolando Benítez, asentado en la comunidad de Tahón, quien ha efectuado 13 donaciones de alimentos a instituciones de Santa Clara, Placetas, Remedios y Camajuaní.

Pero desde hace un mes aproximadamente, con el brutal rebrote que ha tenido la enfermedad en la provincia, los campesinos han redoblado sus entregas gratuitas y lo han hecho en los trece municipios villaclareños y también hacia entidades de interés provincial, tanto en las que atienden a enfermos de COVID como a ancianos y niños.

Las cifras de las donaciones hablan por sí solas del altruismo de estos seres humanos del campo, porque demuestran que no dan los excedentes de sus cosechas, sino parte importante de lo que tienen y es necesario para la recuperación de los pacientes.

campesinos donaciones agricultura

En viandas se ha recibido unos 20 mil kilogramos entre plátanos, yuca, calabaza y boniato. Las hortalizas llegan a 4 toneladas sobre todo de pepinos y habichuelas, en los frutales se llega a los 25 mil kilogramos sobre todo de mangos, guayabas, aguacates, fruta bomba y piña, esta última en menor cuantía.

Han entregado también unas 500 libras de arroz, cien de frijoles, doce ristras de ajos, así como decenas de latas de encurtidos y conservas como puré de tomate, vinagre, vino seco, limón y otros vegetales.

En cuanto a la proteína, las cifras no son despreciables porque se han entregado 10 carneros, 15 conejos, unas 100 libra de carne de cerdo y todas las carnes de un toro sacrificado por un campesino de Ranchuelo, las que fueron destinadas a pacientes oncológicos de los municipios Caibarién y el propio Ranchuelo.

A lo anterior se suma la entrega, para la venta a través de la Empresa de Acopio, de miles de kilogramos de cultivos varios provenientes del Polo Productivo de San Diego del Valle, en Cifuentes,  los que se han comercializado en unas 500 bolsas destinadas a las zonas de cuarentena en la ciudad de Santa Clara.

Esas acciones continuarán en los próximos meses acorde a las cosechas y disponibilidades y así lo han manifestado los campesinos a través de la ANAP.

Si el guajiro, como se le llama al campesino cubano, es o no el cubano esencial, no lo puedo afirmar categóricamente, pero lo que si no deja de admirarme es que junto a sus manos rudas, su frente y espalda sudada y el cansancio por las faenas a la intemperie, los hombres y mujeres del campo villaclareño evidencian que junto al sacrificio, demuestran la gran bondad que habita en su alma.


Luis Evidio Martínez Díaz

Periodista Graduado en la UH como Licenciado en Periodismo 1991, prefiere el debate y el análisis de los acontecimientos que le circundan.

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