¿Cómo defender la vida que está por venir?
En los últimos días el fallecimiento de mujeres en estado de gestación se ha hecho presente y no podemos asegurar que en todos los casos sea fruto de la irresponsabilidad, porque si algo nos ha enseñado este virus en sus variantes más violentas, es que no basta ser responsables para evitar el contagio; como en el ajedrez, hay que prever los movimientos del contrario, el descuido de otra persona, las superficies que apenas rozamos, la exposición a microgotas que ni siquiera podemos sentir.
Aun sin ser irresponsables podemos enfermar, porque la transmisibilidad es demasiado alta y el virus demasiado fuerte; aun con un esquema de vacunación completo, podemos enfermar (aunque no desarrollemos formas graves de la enfermedad)…aun viviendo en una burbuja, de la que necesariamente hay que salir, podemos enfermar…pero siempre hay riesgos que PODEMOS evitar.
Durante el embarazo no sólo velamos por nuestra salud, también por la de ese pequeño ser humano que crece y se alimenta en nuestro interior y sí, siempre podemos hacer más por defender esa vida, nuestra vida. A pesar de mil mensajes de bien público, de recomendaciones de especialistas repetidas hasta el hastío, de decretos-leyes que prometen multas altísimas, de historias con finales tristes, algunas embarazadas salen de sus casas, se les ve haciendo colas, de esas infinitas, abrazan a otros, invitan a gente que no saben dónde estuvieron antes a que les hagan la visita, y todavía se molestan si tienen que ir a un centro de aislamiento, por su bien y el de sus hijos, porque tienen síntomas, porque es mejor el seguimiento bajo la mirada de un médico y porque desde el momento en que decidieron seguir adelante con sus embarazos, ya no son un ente individual y nos toca a todos defender esa vida que está por venir.
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