viernes, 26 abril 2024

Primer ministro Marrero Cruz presenta en el Parlamento plan de medidas para dinamizar la economía

El primer ministro Manuel Marrero Cruz presentó este miércoles en el plenario del Parlamento un análisis crítico de la gestión económica y financiera en el país y anunció medidas concretas a implementar en 2024 para dinamizar la economía nacional.

“Hemos trabajado en un escenario de economía de guerra, con todas las complejidades que ello conlleva –dijo–, con el bloqueo recrudecido y a pesar de las insistentes campañas de los enemigos de la Revolución, que dicen que el bloqueo no tiene nada que ver con la crisis. Sí hace daño, y lo reiteramos: quítenlo y verán lo que el pueblo puede hacer. No estamos sentados esperando, estamos buscando soluciones propias”.

Recordó que Cuba, con el agravante del bloqueo, ha tenido que enfrentar, como el resto del mundo, las crisis globales derivadas de la pandemia. “Tenemos vacunas propias, pero no hemos superado todo lo que dejó esa crisis, más el resto de conflictos globales que inciden en el comercio y nuestra economía sujeta a esos vaivenes”, afirmó.

“Tenemos una alta insatisfacción por no haber avanzado lo necesario y disminuir el efecto de estos fenómenos externos. Podíamos haber hecho más cosas. Persisten insuficiencias propias y problemas subjetivos que afectan la capacidad de programas y proyecciones económicas”, reconoció el primer ministro cubano.

Entre los principales factores que influyen en la gestión de gobierno, comentó que los organismos globales no articulan adecuadamente sus capacidades y funciones de autoridad central en la implantación de políticas, planes y actividades sobre los sectores y actividades de la economía y los servicios.

“Necesitamos un Ministerio de Economía y Planificación más fortalecido. Tenemos que quitar varias cosas, que se concentre en su actividad principal; fortalecer el trabajo del Ministerio de Finanzas y Precios en dificultades como los precios y rectificar políticas que no nos han permitido avanzar”, dijo.

Consideró que se han agudizado distorsiones que violan la institucionalidad y las regulaciones del país, “sin que conlleve riesgo jurídico, administrativo, fiscal o penal para los infractores.

“Ejemplo de lo anterior lo vemos en el sector del comercio, tanto exterior como interior. No se han cumplido los ingresos por exportaciones. La Resolución 115, que se hizo con el mejor de los ánimos para la descentralización de divisas, dejó de cumplir su papel, hay que derogarla”.

Marrero Cruz afirmó ante los diputados reunidos en el Palacio de Convenciones que no se avanza en el principio de subsidiar personas y no productos, no se incrementa la diversificación de bienes y servicios aprovechando potencialidades del país y es insuficiente la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de la economía. “En nuestra estrategia, esta es una opción, sino que está establecido que es necesario ampliarla para que aporte financiamiento y know how”, dijo.

“Este es un asunto bien diagnosticado con propuestas para fortalecer el papel rector del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, pero también hay que fortalecer el resto de organismos que atiendan esta actividad y descentralizar”, agregó, y recalcó que es insuficiente la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de la economía, a lo que organismos globales y sectoriales, OSDE, Gobiernos territoriales, empresas y otras estructuras deben dar mayor prioridad.

En su intervención, el primer ministro apuntó que no se ha logrado un incremento sostenible de las producciones nacionales, la agroindustrial y, particularmente, la de alimentos, que responda a las necesidades de la población y del país.

Igualmente, persisten deficiencias en el control de las tierras y los procesos de contratación las formas productivas no estatales, que son mayoritarias en la producción agrícola; hay indisciplinas, violaciones, y no se alcanza un mayor aprovechamiento. Tampoco se fomenta el nivel requerido de negocios entre los diferentes actores económicos para el uso de las capacidades ociosas o subexplotadas.

Igualmente, no se alcanzan los niveles productivos necesarios en la industria azucarera, no se garantizan métodos efectivos de regulación y control de precios mayoristas y minoristas. Hay, además, inconsistencias en el funcionamiento del sistema de gestión de la Administración Tributaria, lo que se corresponde con la magnitud de las conductas de evasión y subdeclaración fiscal de actores económicos no estatales.

En ese contexto, el monopolio estatal del comercio ha sido desplazado en ocasiones en gran medida por la dinámica importadora de formas no estatales, que desarrollan muchas veces operaciones fuera de control del Estado y aplican precios abusivos y especulativos.

“La oferta estatal está afectada y la no estatal se consolida como alternativa de la población a precios que son determinados por el cambio de la divisa en el mercado ilegal”, dijo el primer ministro, y apuntó que la ausencia de un mercado cambiario estable afecta el control del tipo de cambio oficial, provoca la devaluación del peso cubano, incrementa su inconvertibilidad y, por ende, la función del dinero y el salario, así como el interés por el trabajo.

“En lo expuesto con anterioridad están muchas de las causas que provocan el éxodo de profesionales y jóvenes del sector estatal al no estatal y la tendencia a buscar proyectos de vida en el exterior”, subrayó.

También señaló que los Gobiernos provinciales y municipales no siempre ejercen debidamente su autoridad y autonomía en función de gestionar el desarrollo de la vida económica y social de sus territorios, de manera particular en lo correspondiente a la producción de alimentos.

Ello –dijo– se evidencia en la dependencia de la gestión del Gobierno central para garantizar, desde la importación, los productos de la canasta familiar normada, en detrimento de la identificación de todas las potencialidades para producir en el municipio y materializar el balance territorial de alimentos.

Hoy es insuficiente y no se generaliza el uso de los medios electrónicos de pago para la realización de operaciones comerciales por personas naturales y jurídicas, agregó, y reconoció que “los planes de medidas para salir de la situación en que nos encontramos no logran su concreción ni marchan al ritmo necesario en todos los sectores y ramas de la economía”.

Marrero Cruz recordó que a lo largo de los años 2021, 2022 y 2023 se han aprobado más de 400 medidas para impulsar la economía. “Se ha desplegado el desarrollo de los macroprogramas, programas y proyectos, pero su materialización ha sido lenta”, a lo cual se han añadido la falta de divisas y otros factores objetivos que influyen con fuerza en la situación.

Reconoció, también, que la gestión de gobierno se ha ejercido con formalidad, lo que se manifiesta desde el nivel central hasta provincias y municipios.

“No siempre se han priorizado la actualización de los sistemas de trabajo, métodos y estilos de dirección; la selección de prioridades para la formulación de propuestas, definición de los objetivos e indicadores concretos, la toma de decisiones oportunas con el correspondiente seguimiento y control, en lo cual ha incidido la deficiente actuación de algunos cuadros”.

Agregó que, en medio de la compleja situación que atraviesa el país, a pesar de la implementación de directivas generales y un incremento del enfrentamiento a las ilegalidades, no se contienen lo suficiente el delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.

Ello –señaló– demuestra que es insuficiente lo hecho hasta el momento.

Estabilización macroeconómica: Condición necesaria para el crecimiento

“Hemos venido trabajando todo el año en una serie de análisis y propuestas, consultas a especialistas, con la seguridad de que es necesario un grupo decisiones y sistemas de trabajo. Aun cuando sabemos que el escenario 2024 tendrá complejidad, experiencia de trabajo en tiempos de crisis hay”, afirmó el primer ministro cubano y pasó a exponer la implementación del programa de estabilización macroeconómica.

El propósito es restaurar los requisitos macroeconómicos que permitan garantizar un entorno favorable para el crecimiento económico, el desarrollo y el proceso de construcción socialista.

Es –explicó– un cambio esencial en materia de gestión macroeconómica, en coordinación con el plan del presupuesto y la programación monetaria.

Su implementación integral y coordinada es parte del Plan Nacional de Desarrollo hasta 2030, y requiere de la consolidación de la coordinación y participación de diversas instituciones para fortalecer la disciplina fiscal financiera y la transformación productiva.

Entre los objetivos está recuperar los servicios turísticos y recuperar un turismo que irradie su recuperación a otros sectores y contribuya a elevar los ingresos en divisas, e incrementar las exportaciones de bienes y servicios, explotando todas las potencialidades de los servicios profesionales, en particular los de salud.

Igualmente, fomentar las producciones de níquel, tabaco, ron y otros rubros exportables.

“Las potencialidades que tenemos son grandes, ejemplificadas en las negociaciones de las giras que se han hecho. Tenemos solicitudes de níquel, tabaco, ron”, dijo, y destacó la necesidad de transformaciones y de elevar las producciones.

Mercado cambiario, inversión, comercio electrónico, alimentos y fuentes renovables de energía

También se plantea redimensionar el mercado cambiario, la intervención del informal y el control del tipo de cambio en el país, lo cual incluye la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios.

“Tenemos que poner fin a esa práctica de que desde otro país, desde una PC, se ponga la tasa de cambio especulativa que rige en este país. Hay un grupo de trabajo, con protagonismo del Banco Nacional de Cuba, que ha avanzado en propuestas que se analizarán en el transcurso de 2024 para determinar cuál es la tasa de cambio que debe tener el peso cubano, dijo Marrero Cruz.

Mencionó la pertinencia de incentivar la captación y recuperar los flujos de remesas, pues con las medidas impuestas por la Administración Trump, vigentes en la actualidad, una parte importante toma otros caminos y no pasan por las instituciones financieras.

En ese sentido, se impone estudiar la factibilidad de nuevos canales y plataformas, y el empleo de escenarios digitales para las remesas y operaciones de cobros y pagos desde el exterior, bancarizadas. Igualmente, implementar el nuevo mecanismo para la asignación y gestión de la liquidez para todos los actores económicos (CL).

Es parte también del plan la utilización de nuevos medios de pago o tarjetas en divisas, a las que se les aplicarán incentivos para la compra de bienes y servicios, y que se podrán recargar desde el exterior o en efectivo, e implementar medidas para que las formas de gestión no estatal realicen sus importaciones con pagos desde Cuba y no desde el exterior.

Se propone, además, desarrollar procesos negociadores con proveedores tradicionales y no tradicionales, para el abastecimiento estable de mercancías, con el empleo de diversas formas de participación, de amortización de pagos y deudas.

También, aplicar nuevos proyectos de negocios y mecanismos que permitan inyectar liquidez en las cuentas en divisa digital (MLC), fondos que respaldarán las operaciones comerciales y de aprovisionamiento.

Otras medidas apuntan a fomentar negocios con personas naturales y jurídicas con capacidad financiera para la importación y comercialización de materias primas, productos intermedios que influyen favorablemente en la oferta, y con ello en la formación de precios del mercado mayorista y minorista, así como el empleo de créditos financieros y comerciales de bancos o casas financieras internacionales.

Además, potenciar el comercio electrónico con pagos desde el exterior, garantizando un esquema que asegure a los productores el acceso a las divisas necesarias para reaprovisionarse, producir de manera sostenible y ofrecer más bienes y servicios a la población, y continuar el proceso de renegociación de la deuda externa con países estratégicos para el desarrollo económico y social de la nación.

Se incluye aumentar la participación de la inversión extranjera, priorizando la producción de alimentos. “Hay muchos negocios y solicitudes, hay que ponerse las pilas en todos los sectores: OSDE, organismos… Tenemos solicitudes desde varios países: ‘Yo pongo el dinero, pongan las tierras y me pagan con la producción’. La otra se queda en Cuba para la población, no solo la producción agrícola, sino la pecuaria”, dijo Marrero Cruz.

Igualmente, es estratégica la transformación de la matriz energética, “incorporar nuevas inversiones relacionadas con el incremento de las FRE, un área en la que se avanza en las negociaciones en proyectos concretos. Hoy se debe estar firmando un negocio para producir 1 000 MW con paneles solares”, precisó.

El primer ministro se refirió también a otras medidas para incentivar la producción nacional, una tarea de primer orden en 2024. Recordó que no es igual producir cuando se depende de la disponibilidad de fertilizantes y pesticidas importados, “pero hay muchas experiencias en las que, con limitaciones, se han logrado producciones y rendimientos. Un país agrícola tiene que producir su comida”.


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