jueves, 18 abril 2024

Hasta que el divorcio nos separe (Parte I)

Las estadísticas indican un viraje en las edades de las parejas que deciden concluir el vínculo.

Las estadísticas indican un viraje en las edades de las parejas que deciden concluir el vínculo.

Problemas de convivencia, carencias económicas, infidelidades, pérdida del amor provocan hoy que muchas parejas cubanas terminen su matrimonio. Sin embargo, las estadísticas indican un viraje en las edades de las parejas que deciden concluir el vínculo. Si bien en la primera década de los 2000, el censo anual de la Oficina Nacional de Estadísticas indicaban que las parejas comprendidas entre las edades de 18 a 23 años eran las más propensas a terminar el vínculo con tan solo 3 o 4 años de matrimonio; en esta segunda década del siglo XXI, son las parejas con más de 15 años de relación quienes asisten hoy ante representación legal para dar por terminada las uniones.

Según estudios del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS) las dos etapas más difíciles para el matrimonio son los primeros tres años, una etapa para que los nuevos esposos se conozcan mejor, y después del aniversario número 20, cuando ya los hijos de la unión tiende a abandonar el nido y la pareja debe reencontrarse después de muchos cambios debido a los años.

Un poco de historia

Olga Mesa Castillo, en su obra “El divorcio, otro ángulo de análisis”, expresa que la disolución del régimen matrimonial en Cuba estaba totalmente prohibida por el dominio de la España Católica que sustentaba el matrimonio canónico para toda la vida. Sin embargo, debido al mestizaje comenzaron las separaciones, aunque sin un carácter legal. Ya el 4 de junio de 1869, los mambises promulgaron la Primera Ley Revolucionaria del Matrimonio Civil de la República de Cuba en Armas. Dicha legislación fue llamada también Ley del Divorcio, pues permitía la disolución del vínculo matrimonial debido a mutuo disentimiento, enfermedades crónico-contagiosas, impotencia y adulterio. Para 1896, se establece una segunda ley, que reconocía la causa de la locura como un factor para la separación lamentablemente ninguna   de estas dos legislaciones regían en toda Cuba, solo cumplían sus funciones en los territorios liberados.

El primer paso firme para establecer el divorcio de una forma oficial, ocurrió en el año 1903, cuando se presentó ante la Cámara de Representantes un proyecto sobre el tema. Sin embargo, el 29 de junio de 1918 se logra establecer la ruptura marital, sin abolir la separación de cuerpos. En la Constitución de 1940, en su quinto párrafo del artículo 43, al fin se reconoce el divorcio en su totalidad.

Desde entonces, la separación legal es reconocida en la Isla, donde el gobierno revolucionario, el 14 de febrero de 1975, estableció la Ley nro.1289 o Código de Familia que rige el proceso.

Las estadísticas hablan

La tasa de divorcios en Cuba hasta el año 2007 fue de un 3,4 por cada mil habitantes, hecho que puede ser comparado con los índices de países como Francia y Estados Unidos. En ese entonces el 60,6% de los divorciados resultaron jóvenes, comprendidos entre los 15 y 29 años de edad. Hoy de aproximadamente 34 000 divorcios, casi 11 000 fueron de matrimonios de 15 años o más.

«Inciden las condiciones de vida, la situación financiera, cómo garantizar la economía doméstica, lo cual genera conflicto en los esposos y apresura determinadas decisiones. También hay que tener en cuenta aspiraciones de nuevos proyectos de vida en que ha cambiado la jerarquía para mujeres y hombres; por eso la realización personal, mayormente en las féminas, es una razón que pesa para la separación», declaró la Doctora Rosa Campoalegre, jefa del Grupo de Estudios sobre Familia del CIPS a la periodista Yunet López Ricardo del diario Juventud Rebelde.

Por su parte Alba Rosa García Rivero, quien se desempeñó como jueza de la Sección Civil del Tribunal Municipal Popular de Santa Clara y hoy ejerce en la Junta Directiva de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, el divorcio ocurre en estos dos grupos etarios por lo siguiente: cuando se trata de parejas muy jóvenes, la separación viene al poco tiempo porque no se contaba con una idea clara de lo que es realmente el matrimonio, con sus dosis dulzura y problemas; por otro lado, cuando las parejas superan las décadas de unión, entonces los conflictos que se alegan es la incompatibilidad de caracteres. Una causal, que a decir de la jurista, es la que más se consigna en los documentos legales como tercer hecho de la demanda de divorcio.

“Que con los sueldos actuales no puedes mantener una casa, es una realidad,- comenta Leduan, quien estuvo casado desde los 18 hasta los 20 años-, cuando me casé, no imaginé que mantener una familia costaba tanto, siempre había vivido con mis padres, y el dinero no era algo que preocupara. Después, tuve que asumir gastos que antes ni sabía que existían, pero por más que ahorrara, el dinero no daba para mantener a mi esposa e hijo”, y al final cada cual tomó su camino.

Este no es el mismo caso de Zolia, quien recurre al divorcio luego de 25 años de unión. “Imagínese, gran parte de una vida juntos, realmente comenzamos siendo muy jóvenes, cuando lo tiempo eran otros y se era más conservador. Pero la misma vida te cambia y hoy las mujeres aguantamos menos. Además, ya no necesitamos depender de los hombres ni para poner un clavo, menos aun cuando los hijos crecen, así que dije, esto se acabó, porque a decir verdad, no vale la pena mantenerse al lado de alguien hasta la muerte, cuando los mismos años te demuestran que no todo es eterno”.

Historias como estas se suceden a diario en notarías, bufetes y hasta en comparecencias ante las secciones Civiles de los tribunales municipales de todo el país, pues en dependencia de la concordancia o no de las partes, el divorcio acontece de forma más rápida o no, y trae como consecuencias la presencia o no de conflictos; un tema que abordaremos en la segunda parte de este reportaje. Hasta entonces, esperamos sus comentarios.


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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