sábado, 18 mayo 2024

Alzheimer: más allá de su #Evolución

El 21 de septiembre es establecido por la OMS como el Día Mundial del Alzheimer, la llamada "epidemia del siglo XXI" y que en Cuba, junto a otros tipos de demencia, afecta a alrededor de 150 000 personas.

El 21 de septiembre es establecido por la OMS como el Día Mundial del Alzheimer, la llamada “epidemia del siglo XXI” y que en Cuba, junto a otros tipos de demencia, afecta a alrededor de 150 000 personas.

Considerada como la “epidemia del siglo XXI”, el Alzheimer, cuyo día mundial se considera el 21 de septiembre desde 1994,  afecta, junto a otras demencias a cerca de 50 millones de personas a nivel mundial, y para el 2050 la cifra podría triplicarse hasta alcanzar los 152 millones de personas.

Estudios de la OMS señalan que cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo, donde la  enfermedad nombrada en honor a psiquiatra alemán Alois Alzheimer, representa el 60-80 por ciento de todos los casos; le siguen la demencia vascular y otras como la demencia por cuerpos de Lewy o la demencia frontotemporal.  

Este año, el lema por el Día Mundial del Alzheimer se denomina #Evolución, una etiqueta que busca la reflexión, pero sobre todo tomar conciencia de las consecuencias que este tipo de enfermedad genera en las personas y en la sociedad, así como la necesidad de actualizar los cuidados y las atenciones que han de satisfacer esos nuevos requerimientos.

Un imperativo del mundo moderno consiste en llevar a cabo estrategias de prevención sobre los factores de riesgo de demencia conocidos, lo que conseguiría disminuir el impacto de esta enfermedad en nuestra sociedad. Algunos estudios señalan que llevar hábitos de vida saludables podría reducir hasta un 40 por ciento los casos de Alzheimer-entre 1 y 3 millones de casos-, o al menos retrasar el debut clínico de la enfermedad. El principal factor de riesgo es la edad y representa la séptima causa principal de muerte en el mundo.

Existen diversos factores de riesgo potencialmente modificables como el control de los de riesgos vasculares, un mayor nivel educativo o cambios en los estilos de vida. También realizar un mayor nivel de actividad física, adopción de dietas más saludables y abandono de hábitos tóxicos como el tabaquismo. No obstante, existen diversos biomarcadores, como la acumulación de proteína amiloide en el cerebro u ovillos de TAU, que pueden originarse hasta 20 años antes de la manifestación de los síntomas clínicos, y que condicionan la presencia de la enfermedad.

En Cuba la prevalencia de las demencias es de un 10% en la población de 65 años y más, por lo cual en estos momentos 172 mil personas viven con demencia, lo que equivale al 1,3 por ciento de la población nacional.

Según refiere la revista Bohemia, el acelerado envejecimiento en la mayor de las Antillas, cuya población mayor de 60 años ya agrupa a más del 21 por ciento del total de habitantes, propicia el aumento de casos con Alzheimer.

Para  el Doctor en Ciencias Juan de Jesús Llibre Rodríguez, Académico Titular y Presidente del Capítulo Cubano de Alzheimer, las demencias constituyen la primera dolencia en costos sociales y económicos en el país, superadas solamente por la cardiopatía isquémica, y el cáncer, a la vez que son la causa más frecuente de dependencia y de necesidades de cuidados en la familia.

De acuerdo con los estudios efectuados, en Cuba se estima que en 2030 es el país hayan 300 mil personas con demencia: estas y en particular el Alzheimer se está convirtiendo en uno de los retos más serios que debe enfrentar el sistema de salud cubano y la sociedad. De ahí que nso corresponde a todos ganar en conocimientos sobre el tema.

Señales de alerta de la aparición del Alzheimer

  • Olvidarse o tener dificultades para recordar información reciente.
  • Desorientarse en lugares muy conocidos.
  • Repetir en bucle una misma pregunta.
  • Tener problemas para seguir instrucciones o planificar actividades cotidianas como cocinar, realizar la compra o tomar la medicación de forma correcta.
  • Cometer errores en la percepción del paso del tiempo, como por ejemplo, confundir a conocidos actuales con otros que forman parte de su pasado.
  • Perder el interés por actividades que antes le gustaban o tener dificultades para llevarlas a cabo.
  • Presentar cambios en el estado de ánimo o en el humor.
  • Mostrar una menor preocupación por el aspecto y la higiene personal o del hogar.
  • Perder objetos importantes o dinero, de forma más frecuente de la habitual.
  • Mostrar dificultades para seguir una conversación.
  • Ser más vulnerable o susceptible de caer en engaños por parte de otros, debido a una disminución en la capacidad de juicio.

Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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