jueves, 25 abril 2024

Un día de celebración para la dulce gramínea

El 4 de noviembre es reconocido en Cuba desde hace varias décadas como el “Día de la caña de azúcar”. Es una celebración que deviene compromiso para cumplir con las metas propuestas en relación a la dulce gramínea.

En la biblioteca del Ministerio de Justicia de Cuba está el Decreto-Ley que establece el 4 de noviembre como Día de la Caña de Azúcar, publicado en la Gaceta Oficial de la República el 5 de enero de 1956. El número de dicho decreto es el 3987 y se escoge la fecha en honor al nacimiento de Álvaro Reinoso.

Aunque existen con anterioridad a la década de los 50 varios libros, monografías, testimonios y pequeñas narraciones escritas por hombres del saber, de convivencia dentro del medio cañero-azucarero se escoge la fecha como una vía de reconocimiento permanente a la gran obra del sabio agrónomo cubano, para designar así el “Día Nacional de la Caña de Azúcar.”

Con este día se salda una deuda histórica de gratitud de la profesionalidad azucarera y del país en su conjunto con el sabio cubano y con la benemérita gramínea.

No es una fecha olvidada, pero no existen evidencias de que fuera de los estrechos marcos de la ATAC se efectuara anualmente en lo sucesivo actos de conmemoración nacional por el antes referido “Día de la caña de Azúcar”.

Al crearse el Ministerio del Azúcar  en 1964, y separarse la producción cañera (Dirección General de Caña del INRA) de la fase industrial del proceso (MINAZ) y definirse el 13 de octubre como día del trabajador azucarero en Cuba, el protagonismo de la caña dentro de la cultura del azúcar fue perdiendo fuerza y muy poca gente en la isla (incluso dentro de la comunidad azucarera) mantuvo tradición en la celebración de la fecha del natalicio de don Álvaro, y aún menos en asociar ello con un “Día para la caña en el país”.

En 1995, en el Encuentro Nacional de Maestros de Azúcar celebrado en la actual Universidad de Ciego de Ávila, se habla nuevamente de dignificar los más caros símbolos de nuestra cultura azucarera, y en especial “la caña de azúcar”.

Y es en la noche del 29 de noviembre  de 2006, buscando promover la dignificación de la caña de azúcar dentro y fuera del sector, y como parte del VII Evento Nacional de Patrimonio Histórico Azucarero, se celebró en el cine-teatro San Carlos, de la muy azucarera ciudad de Morón, un homenaje artístico cultural público dedicado a la dulce gramínea, con la participación de afamados grupos folclóricos del territorio, solistas, cuartetos y la interpretación a tres voces del “Contrapunteo de la caña, el tabaco y el café” así como un auditorio donde destacaban la presencia de Héroes y Vanguardias Nacionales del Trabajo, cincuentenarios, profesionales de la caña y la cultura y pueblo en general.

Este día de 2020 en Villa Clara con un encuentro entre los técnicos de las Unidades de Atención a Productores Agrícolas se le da vida al surgimiento de la conmemoración. Temas dirigidos a la producción de semillas, las variedades, la protección de las plantaciones y a las atenciones culturales la caña, serán tratados entre los participantes.

Exposición e intercambio de experiencias que dan al traste con mejores variedades del oro verde cubano y mejores indicadores de rendimiento por áreas y que a la vez resultan en mayor cantidad de azúcar procesada en la industria.

Este día culminó en la central provincia de Cuba con el reconocimiento al mérito: los 10 técnicos más destacados de las unidades antes mencionadas y los especialistas de los servicios que presta la Estación Territorial de Investigación de la Caña de Azúcar de Villa Clara, premiados en el encuentro.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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