Un antes y un después en la vida de una familia villaclareña
El nuevo año marca un antes y un después en la vida de Yaquelín Fernández, una joven madre de treinta años, que tiene el orgullo de tener tres hijas pequeñas. Pese al deterioro progresivo de su vivienda, esta madre decidió echar raíces en la comunidad Salvadora, uno de los poblados más distantes del municipio Quemado de Güines, donde su gente tiene un particular apego a sus raíces.
Justo al culminar el año, representantes del Consejo de la Administración junto a directivos de la Vivienda, llegaban hasta el asentamiento poblacional para asignar un nuevo hogar a la joven madre. Con lágrimas en los ojos, Yaquelin y su hija Lieti agradecían la bondad de la Revolución cubana que les permitió mejorar las condiciones de vida, y ahora cuentan con un lugar más confortable.
Esta es una política del gobierno cubano que prioriza la atención demográfica y faculta a los Consejos de la Administración a comprar viviendas en función de mejorar las condiciones de vida de varias familias.
Pedro Hernández Niebla, director de la Vivienda en el municipio, destacó que se estudia, con la colaboración del Programa Materno Infantil, las madres que poseen tres hijos o más, en esta condición se encuentran 87 féminas en un municipio que cuenta con una población de alrededor de 21 mil habitantes. De igual forma Hernández Niebla señaló que a un por ciento representativo de estas familias vulnerables se le asignará financiamiento para la rehabilitación y conservación de sus viviendas.
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