jueves, 25 abril 2024

Las tres jotas de Tamara

En el municipio Placetas, Villa Clara, se encuentra la única cooperativa no agropecuaria reconocida legalmente en Cuba que se dedica a la fabricación de clavos para herrar. Tamara Darias García trabaja allí.

En el municipio Placetas, Villa Clara, se encuentra la única cooperativa no agropecuaria reconocida legalmente en Cuba que se dedica a la fabricación de clavos para herrar. Tamara Darias García trabaja allí.

Tamara Darias García es la económica de «Los Jiménez», cooperativa no agropecuaria que se dedica a la fabricación de clavos para herrar troquelados. Es, además, la secretaria de la sección sindical y fue electa como delegada para participar en el XXI Congreso de la CTC que se celebrará del 20 al 24 del presente mes.

Es la primera vez en la historia de los Congresos de la Central de Trabajadores de Cuba que va a funcionar una comisión dedicada a tratar los temas concernientes a la forma de gestión no estatal, y Tamara quiere exponer sus experiencias allí:

“La cooperativa surge de una tradición familiar que se ha llevado a cabo desde hace cinco años. Se fundó con ocho socios, hoy son veinte, todos comprometidos con el sistema socialista y con el objetivo fundamental de abastecer a todo el país con este producto tan deficitario y que tiene grandes posibilidades de exportación.

“La tradición en Cuba de clavos para herrar es bien escasa. Los conocimientos tecnológicos son pocos. En investigaciones realizadas por nuestro centro solo se produjo en los años noventa en Camagüey y en Planta Mecánica, desde entonces, al menos de forma estatal, no se ha vuelto a elaborar.

“Normalmente el clavo que se utiliza es el hecho de forma manual por el herrero en la forja y el nuestro es troquelado, lo que da grandes beneficios al animal porque no lo lastima. Se conforma a través de prensas mecánicas y queda con todas las características técnicas que requiere para poder ser insertado en el casco del caballo.

“Estamos iniciando un sistema de gestión de la calidad que nos permitiría certificar nuestro producto. Ello, a su vez, nos otorgaría una posición, y quizás mañana podamos exportar clavos 3J también”.

El sueño de Tamara, hasta ahora, es solo eso; pero quizás, luego del Congreso, se comprenda por las autoridades pertinentes que elaborar y contratar productos nacionales es la única vía de contribuir a la economía del país… y como Tamara se dedica precisamente a la economía, no es nada desdeñable atender a las cifras que, durante años, han mantenido «Los Jiménez»:

“Nuestro clavo 3J, comparado con el que se importa, el famoso Clavo Corona, además de ser mucho más barato, evita gastos de transportación, distribución e incluso otros impuestos. El ahorro por sustituir importaciones es de 18 pesos por juego; si se habla de toneladas, cada una de ellas  tiene alrededor de 11 mil 300 juegos, la cifra es millonaria.

“La necesidad del país es de alrededor de 7 millones 500 mil juegos de clavos para equinos y para el mular cerca de 173 mil juegos al año. La producción actual de la cooperativa supera mensualmente los 4 mil 100 juegos, cada uno de 24 clavos. Un caballo debe herrarse una vez por mes, estos elementos confeccionados de forma “criolla”, se desarticulan a los 20 días, los nuestros duran un mes y medio”, asegura.

Las experiencias de «Los Jiménez» invitan a reflexionar sobre las cuestiones primordiales que tienen que ver con el desarrollo de la forma de gestión no estatal en Cuba: el abastecimiento de materia prima para agilizar el ritmo productivo de estas entidades; la necesaria integración entre estas y los ministerios; y el reconocimiento a tiempo de productos que permiten la sustitución de importaciones, a la vez que contribuyen a la exportación.


Bárbara Muñoz Ramírez

Periodista Fundadora de Telecubanacán. Licenciada en Periodismo por la UH 1982. Especialista en temas de agricultura.

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