La migración asistida
Tras la introducción del pez claria varios ecosistemas cubanos reportaron extinción y desaparición de ejemplares.
En Villa Clara se disolvió una brigada dedicada a la captura de la rana toro debido a que esta especie invasora prácticamente exterminó al batracio de los arrozales del sur del Jíbaro, y ya no resultaba rentable la actividad.
El pasado año un experto me explicó sobre un plan para intentar repoblar varios ríos del país con ejemplares de manjuarí como una medida extrema ante la depredación que estos son objeto en la ciénaga de Zapata, por este mismo animal.
Este es quizás uno de los primeros proyectos en Cuba, de la denominada migración o colonización asistida que se lleva a cabo en varios lugares del mundo.
En pocas palabras, las acciones contemplan la mudanza deliberada de especies producto del colapso, por diversas causas, de sus ecosistemas naturales.
Este tipo de intervenciones son rechazadas por algunos conservacionistas que aseguran que este proceso no es resultado de un proceso natural y podría alterar las cadenas de alimentación y perjudicar otras especies.
Por motivos profesionales participo habitualmente en las reuniones de expertos que en diferentes frentes se ocupan de los efectos del cambio climático en Villa Clara. Existen acciones para mitigar los impactos en las comunidades costeras, la economía, el turismo, la agricultura y otros sectores sensibles, pero se ha retrasado el inventario del mundo natural amenazado por los cambios en el comportamiento de las precipitaciones, temperatura y la salinidad que estos procesos generan.
En lo más alto de la lista debería ubicarse a la jutía rata, seguido por algunos tipos de plantas que forman parte de lo poco que queda de nuestro ecosistema de arenas blancas; un experto de la Universidad Central lo da ya por desaparecido
Una de las locaciones que más especies aporta al libro rojo de la provincia es el ecosistema de Cuabal y nuestros sistemas de montaña que documentan especies muy sensibles al calor.
Proteger la naturaleza y legar su rico tesoro a las futuras generaciones de cubanas y cubanos es una de las deudas de nuestra generación
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