La inteligencia y la tenacidad

Con estos dos atributos como características despertó toda Cuba este 2 de enero, y para ello reunió a su pueblo a demostrar, en marcha combatiente, que ¡Aquí no se rinde nadie!

Los cubanos, todos, salimos a la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana, para homenajear el 60 aniversario del levantamiento armado en Santiago de Cuba, el desembarco del Yate Granma, la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y en tributo al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro.

Y es que para cualquier habitante de este país el hecho de esta marcha significa reafirmación a los logros de la Revolución, a 58 años de su triunfo, el primero de enero de 1959.

El nuevo escenario en que se desenvuelve el desarrollo para cubanas y cubanos fecunda mucho con el pasado y recordarlo, hacerlo presente, es una tarea permanente para los que aquí quedamos. Es el legado más digno de una generación, que hace poco más de un mes perdió a su líder indiscutible y que ante sus cenizas, depositadas en una piedra en el cementerio Santa Ifigenia, juró hacer valer el concepto de Revolución.

En todo caso, acabamos de anotar otro punto a nuestro favor, en el entramado internacional. Que hoy se dibuja complicado ante los avances de estructuras no convencionales basadas en el terrorismo, los golpes de estado y el fascismo.

El ámbito de la política exterior se invoca siempre a raíz de la constancia de Cuba ante las agresiones indirectas de la mayor potencia del mundo, y del ejemplo de este país ante el mundo, en su base de solidaridad, respeto al derecho ajeno y a la capacidad humana en general.

Cuba despertó más temprano este 2 de enero, aunque haya sido La Habana, el epicentro de este despunte del alba. Cuba toda estuvo allí, con sus niños, sus mujeres, sus combatientes, sus ancianos, hombres y mujeres de un país que despunta cada enero con la convicción de definir bien nuestros intereses y defenderlos con tenacidad e inteligencia.