Jóvenes egresados hacia nuevas metas

El sencillo acto de graduación alentó la fe y el compromiso de los egresados quienes como el Che, sentirán bajo sus talones el costillar de Rocinante y enfrentarán con ese espíritu quijotesco nuevos desafíos, signados por las ansias de crear, descubrir y hacerse profesionales. Así lo ratificó Melisa Hernández Cabello, una de los cuatro mejores graduados integralmente:

“llenos de sueños, este fin supone un comienzo el cual enfrentaremos con la adarga de nuestro momento al brazo para convertirnos en los hombres y mujeres preparados en la producción, la ciencia, la salud, la educación así como en otros escenarios sin dejar de combatir contra los molinos de viento”.

Asimismo, no faltó el mensaje de gratitud por parte de los estudiantes al colectivo de profesores, esos que los hicieron crecer, en lo intelectual y humano, al considerarse mejores personas.

La mayor parte de los estudiantes graduados aspiran a continuar estudios superiores con la posibilidad de ingresar a partir de los resultados en los exámenes de ingreso.

Este año el estado cubano garantizará numéricamente una plaza en la Educación Superior para cada egresado de bachillerato, lo cual no tiene precedentes.