viernes, 26 abril 2024

Hortalizas y vegetales sin suma total.

Desde hace unos días en el poblado Manicaragua, aparecen algunos productos cosechados en el Organopónico El Ranchón, único en aportar hortalizas y vegetales como primeros resultados de la campaña de invierno.

Desde hace unos días en el poblado Manicaragua, aparecen algunos productos cosechados en el Organopónico El Ranchón, único en aportar hortalizas y vegetales como primeros resultados de la campaña de invierno.

Allí, Magieny  López, Jefe de Brigada, siempre busca alternativas a partir del nudo central de los inconvenientes y carencias de insumos agrícolas, y con sus pocos trabajadores echa a andar, con adelantada visión, los semilleros que asegurarán las siembras.

Hay que doblar mucho tiempo y permanencia en los canteros durante la preparación, plantaje y primeras recolecciones de lechuga, mientras a punto de demoler por fase final del cultivo el quimbombó y  la habichuela, pero ya el tomate, pimiento, rábano, pepino, acelga, cebollino, ajo puerro y lechuga en siembra escalonada crecen y ocupan los canteros en casi la totalidad de la posición.

Por eso es creíble, pues vista hace fe, lo expresado por Magieny de que “el organopónico garantizará las hortalizas y vegetales de estos meses y fin de año, aunque sabemos que solo nos quedaremos en  un mínimo de las demandas de los pobladores”, cuestión ratificada por María Caridad López, obrera y vendedora del punto de venta, “aunque es poco lo que se está recolectando ahora en los inicios, los productos no duran en venta ni una hora, claro, habrá incremento, pero no alcanza”.

La razón le asiste. Aquí en Manicaragua, hace unos años la Agricultura Urbana “atendida”  por la Unidad Empresarial de Base (UEB) Agropecuaria, no emplea la teoría del factor común para rebatir la falta de aporte a la alimentación desde su improductividad. Con el macuto de las causales bien repleto, los  análisis reiterados de la situación etapa tras etapa no transforman el panorama de la producción de hortalizas y vegetales.

En posiciones como El Mirador, El Bondadoso (contiguo a él sobresale el verdor del huerto de la Escuela Especial Alberto Delgado), La Venturilla, sin citar los de otros poblados y comunidades, se  propaga la hierba, y por supuesto, por mucho que produzca El Ranchón, imposible ver en la mesa de los manicaragüenses tan preciados alimentos y nutrientes, por su condición de ser uno para todos.

En el asunto, la ciencia exacta es inexacta. Con o sin variables, la suma total de la producción de hortalizas y vegetales más la cantidad de posiciones establecidas en Manicaragua sigue sin dar.


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