Desde lo alto del Capiro

Decir Loma del Capiro en Santa Clara, es lo mismo que nombrar la historia, pues precisamente desde esta elevación, declarada Monumento Nacional de la República de Cuba, quedó marcado, definitivamente, el futuro de Cuba.

No importa de dónde se proceda, pero lo cierto es que todo visitante que arriba a Santa Clara, pregunta siempre por sus elementos icónicos, entre ellos, la Loma del Capiro.

Con una altitud de 176,6 m (579 pies), este pico se acompaña de otros dos conocidos como Dos Hermanas, y desde él se muestra una bellísima vista de la ciudad de Santa Clara, lo que lo convierte en el mirador natural preferido por los santaclareños para el disfrute entre amigos.

En su cúspide, a la que se accede mediante 150 escalones, se observan dos astas de 25 metros de altura con la bandera cubana y la del 26 de julio, cada una con 5 metros de ancho por 10 de largo.

No  obstante, lo más llamativo, junto a las trincheras excavadas por las fuerzas rebeldes durante la histórica Batalla de Santa Clara, en 1958, es la escultura de metal realizada por José Delarra  y emplazada allí en 1988. Sobre una base de mármol, la obra representa la unión de diferentes calibres de armas de fuego proyectados hacia el cielo unidas por un aro, en símbolo de la defensa del cielo de la Patria.  En una de sus caras, la imagen del Guerrillero Heroico, tan propio ya de estas tierras como la propia Loma.

En la ladera sur, una plantación de tamarindos se conserva e incrementa anualmente como símbolo de la ciudad, y cada 15 de julio, junto con el aniversario de la misma, se convierte en sitio de peregrinar para los que habitamos esta tierra.

Declarado Monumento Nacional de la República de Cuba el 30 de enero de 1990, la Loma del Capiro hoy cuenta con un complejo gastronómico y su variada vegetación, para hacer del lugar, un punto de encuentro obligatorio en la vida santaclareña.