El boniato es una de las viandas más gustadas por los cubanos; de ella  hoy se siembran unas 55 mil hectáreas en todo el país, cifra muy insuficiente  para satisfacer las necesidades. En su casi totalidad esos cultivares provienen de unos 10 clones desarrollados en el último medio siglo por el INIVIT, ubicado en Santo Domingo, provincia Villa Clara.

Esas variedades tienen un potencial de rendimientos de hasta 25 toneladas por hectáreas, pero como promedio hoy solo se logran unas 10, debido fundamentalmente a la carencia de los insumos y tecnologías necesarios para su cultivo y a  las malas prácticas agrícolas que se aplican.

Una de las fallas está en la forma de conseguir las semillas para los nuevos sembradíos pues se obtienen por esquejes o bejucos mal cortados y  además plantados 36 horas o más después de su recolección.

Para evitar esa situación, el INIVIT propone que cada campesino o forma productiva plante canteros con los que obtener su propia semilla, para lo que deben usarse boniatos de la parte de la cosecha anterior que más rendimientos dio.

El Máster Alfredo Morales Rodríguez, investigador del INIVIT, recomienda que se coloquen los boniatos de forma horizontal en los canteros, de los que brotarán entre 10 y 15 diversas plantas porque ahi están las yemas, las que enraízan  lográndose entre 150 y 200 semillas por metro cuadrado.

Los canteros deben mantenerse con una buena humedad y la mejor fertilización posible. Para ello se cortan los esquejes de  la parte superior o apical, pues es la más vigorosa de la planta y la de mejor potencial genético, con lo que se logra refrescar la semilla del boniato que será de mejor rendimiento y más resistente a las enfermedades.

Según el Máster Alfredo, “este tipo de semilla da un número mayor de boniatos por planta y los mismos tienen mayor porcentaje de materia seca que los boniatos logrados por plantas sembradas por la forma tradicional. El ciclo de cosecha de la planta se adelanta a unos 110 a 120 días con mayores rebndimientos por hectárea”.

Con solo 15 metros cuadrados de este cantero, se logran unos 3 mil esquejes o bejucos, los que además de sus ventajas agrícolas, permiten que cada productor tenga su propia semilla y de mejor calidad que por el método tradicional.