No nos cansaremos nunca de denunciar el bloqueo que Estados Unidos ejerce sobre nuestro país, porque por más de 60 años ha afectado la vida de nuestro pueblo en todos los órdenes posibles.
Lo denunciamos en medio de una aguda crisis económica, en primer lugar, porque en torno a ella se pueden hacer muchas lecturas, pero la primera de todas es que es una crisis inducida por el terrorismo económico que hemos padecido desde enero de 1959. Los dilemas políticos, sociales, ideológicos, culturales, subjetivos, que atraviesan el presente cubano, tienen el trasfondo de carencias sostenidas durante décadas.
Lo denunciamos porque desean que se olvide, para poder adjudicar todas nuestras limitaciones al supuesto fracaso del socialismo como alternativa, y es nuestra responsabilidad histórica contar a los pueblos del mundo que el socialismo no ha llegado más lejos aquí porque se ha tenido que enfrentar a todo tipo de obstáculos y violencias, como parte de una injusta agenda intervencionista.
Lo denunciamos porque las angustias, frustraciones y desesperanzas que genera en nuestro pueblo, tanto como los problemas sociales que condiciona, son sistemáticamente utilizados como parte de una guerra cultural, comunicacional y mediática contra nuestra nación.
Lo denunciamos porque desean que lo dejemos de mencionar cuando analicemos las causas de nuestras contradicciones, pero no vamos a cometer ese error. Pondremos sobre la mesa nuestras propias equivocaciones en la construcción del socialismo, pero sin la ingenuidad de creer en el relato de que las dificultades que afrontamos se deben a un bloqueo «interno».
Lo denunciamos porque fue recrudecido con nuevas medidas cuando la COVID-19 diezmaba los renglones más importantes del desarrollo económico del país.
Lo denunciamos porque en medio de recientes desastres naturales y accidentes de un costo inmenso para Cuba, en primera instancia, por la pérdida de vidas humanas, la ayuda de Estados Unidos ha sido endeble, comparada con la solidaridad de otras naciones hermanas, y con las pérdidas equivalentes a 6 364 millones de dólares que solo en los 14 primeros meses de la administración de Joe Biden nos ha ocasionado el bloqueo.
Lo denunciamos porque jamás seremos indiferentes ante ninguna forma de violencia o injusticia contra ningún pueblo del mundo y, en este caso, se están ejerciendo contra el nuestro.
Lo denunciamos por su carácter imperialista, porque no solo afecta a Cuba o a los cubanos que viven en la Isla, afecta a muchos en todas partes.
Y lo más importante de esta reiterada denuncia es que recibe el apoyo del mundo. Por eso, tampoco nos cansaremos de agradecer a todos los países que en Naciones Unidas reafirman su posición contra el bloqueo año tras año, como a todos los gobiernos, movimientos sociales, colectivos, organizaciones y personas que nos brindan su solidaridad, levantan sus voces y nos acompañan en esta lucha por la vida y la esperanza
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