La higiene comunal es un deber de todos
Con un grito de auxilio hace un tiempo me sumé al llamado por la higiene y salubridad de Santa Clara, grito que se convierte desde hace mucho en eco de todos los medios de comunicación villaclareños; sin embargo, la situación continúa igual, o yo diría, que empeora.
Con un grito de auxilio hace un tiempo me sumé al llamado por la higiene y salubridad de Santa Clara, grito que se convierte desde hace mucho en eco de todos los medios de comunicación villaclareños; sin embargo, la situación continúa igual, o yo diría, que empeora.
Imágenes como estas se repiten cada día en cualquier parte de la geografía santaclareña. Explicaciones y justificaciones de todo tipo salen a la luz en relación a la suciedad que envuelve la ciudad.
De qué vale que los que vivimos aquí recordemos a menudo que Santa Clara era una de las ciudades más limpias de Cuba, si hace demasiado tiempo dejó de serlo.
La basura se apodera de todas las arterias santaclareñas y para mal. Ya forma parte de nuestro entorno citadino y de nuestro cotidiano andar.
Nos hemos convertido en seres indolentes ante la indisciplina social y la suciedad provocada por ella, y por el abandono de todos los implicados en su higiene.
Hoy exhibimos al visitante una de las ciudades más sucias del país y no nos duele. Pero para peor, contamos con altos índices de infestación del mosquito Aedes que prolifera en ese ambiente sucio y nos trasmite diversas enfermedades que van en aumento.
Patios sucios, solares enyerbados, salideros de agua y tupiciones domésticas y callejeras han hecho vida común con los desechos sólidos que demoran en ser recogidos, y que, a mi criterio, nos han ganado en esta batalla que es de todos, por todos, y para la salud de todos.
¿Hasta cuándo estaremos esperando por esa higiene que tanto necesita nuestra clara y santa ciudad? Necesitamos soluciones inmediatas que impliquen a todos, para que Santa Clara vuelva a ser la de antes; porque ella, y sus habitantes lo reclaman a viva voz.
Deja una respuesta