Villena en la memoria

Abogado de formación, Villena había comenzado a escribir sus primeros versos cuando apenas tenía 11 años, y a los 21 era ya un poeta conocido. La poesía fue su pasión y le dedicó a ella gran parte de su tiempo. Fue tal vez esta sensibilidad artística lo que le hizo sentir en carne propia los males sociales de su época y actuar en consecuencia.

Hoy día se le recuerda como una de las principales figuras de la Protesta de los Trece, representando un grupo de intelectuales con ideas progresistas que rechazaban manifiestamente la corrupción del gobierno de Alfredo Zayas.

A partir de entonces, sus ideas revolucionarias se desarrollaron abiertamente. Le dedicó gran parte de sus esfuerzos a la actividad política y el gobierno de Gerardo Machado encontró en él un constante opositor. Llegó a renunciar a la poesía para dedicarse completamente a esta labor, la que le valdría el exilio.

Justamente fuera de Cuba recibe la noticia de que le quedaba poco tiempo de vida a causa de la tuberculosis y decide regresar a la patria. La enfermedad no le mantuvo alejado del quehacer revolucionario. Sin embargo, no fueron los esbirros de la tiranía los que pusieron la última palabra en su vida, sino la dolencia que lo aquejaba la que se lo llevó cuando solo contaba 35 años.