jueves, 28 marzo 2024

Dragones imaginarios

Personas vestidas con cascos y enormes cuernos asistieron hace algún tiempo a la premier de la segunda parte del filme “Howto Train Your Dragon” en el festival de cine de Cannes. La cinta de DreamWorks revivió el interés por los míticos animales como lo fueron en sus momentos la atención mediática que recibieron los dinosaurios tras el Parque Jurásico o el pez payaso tras las aventuras de Nemo.

Lo cierto es que la mitología de los dragones se sustenta en leyendas y representaciones diseminadas entre diversas culturas. Un arqueólogo me aseguró en una ocasión que tal vez el descubrimiento de fósiles de dinosaurio o de restos de grandes cocodrilos llevó a la gente imaginar estos seres y sus representaciones no tardaron en poblar los símbolos de varias naciones europeas

Custodian el Hotel Central ubicado en el costado oeste del parque Leoncio Vidal de Santa Clara unos dragones que formaban parte de la heráldica de la familia que hizo construir el inmueble a finales de los años 20 del pasado siglo.

El dragón europeo y el chino se diferencian por un detalle significativo, el del viejo continente exhibe unas breves alas mientras que el chino carece de ellas

Algo de ello me viene a la mente cuando admiro el bello dragón con alas adosado en una de las paredes del Restaurante chino de Santa Clara que lleva por nombre “El Mandarín”

¿Un dragón europeo en un restaurante chino? ¿Qué pudo pasar allí?

Posiblemente algún directivo buscó una imagen y se la ofreció al artista con la cortante encomienda de tener algo así en el Restaurante. Quizás la orden fue más diluida, el artista se imaginó el dragón dio ala a sus ideas, tomó como referente alguna reproducción ya conocida y así nació la pieza de colores fosforescentes con el error inducido.

Quizás no fueron ninguna de estas dos ideas y ese dragón estilizado como los asiáticos, pero con alas europeas y con una figura realzada por sus ojos fosforescentes, fue resultado de una bella eclosión artística.

Y allí está. Al fondo de uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

Espero que el dragón del Mandarín continúe allí y muy pronto (cuando la pandemia sea un recuerdo) le hallemos nuevamente custodiando la buena suerte de la comida del lugar entre el arroz frito, las maripositas y el cake helado, con sus ojos siempre llameantes, sin intentar volar o producir escalofriantes chillidos.

Espero que si un día decide saltar de la pared, que sea para alertar con su alboroto, de que esta joya de la gastronomía citadina se encuentra en peligro.  


Arnaldo Díaz Jiménez

Director de Televisión en Telecubanacán Graduado de Lenguas Extranjeras 1987 se interesa por el desarrollo científico y medioambiental. Es Realizador del Programa de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

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