Debemos poner fin a nuestra guerra contra la naturaleza
La humanidad sigue abusando del mundo natural.
De forma irresponsable, saqueamos los recursos del planeta, mermamos sus especies silvestres y tratamos el aire, la tierra y los mares como vertederos.
Hay ecosistemas y cadenas alimentarias cruciales que se están viendo al borde del colapso.
Esa es una actitud suicida.
Debemos poner fin a nuestra guerra contra la naturaleza y cuidar de ella para que recobre la salud.
Eso implica llevar a cabo una acción climática ambiciosa para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C como máximo y adaptarse a los cambios que se producirán.
Eso implica adoptar medidas más contundentes para proteger la biodiversidad.
Y eso implica también reducir la contaminación creando economías circulares que generen menos desechos.
Esas medidas protegerán nuestro único hogar y crearán millones de empleos.
La recuperación de la pandemia de COVID-19 ofrece una oportunidad de que el mundo emprenda un camino más limpio, ecológico y sostenible.
En el Día Internacional de la Madre Tierra, comprometámonos todos a trabajar con ahínco para restaurar nuestro planeta y hacer las paces con la naturaleza.
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