Tai Chi Chuan, arte marcial que se afianza en Villa Clara

El último sábado del mes de abril se celebra en el día mundial del Tai Chi, una práctica que se fortalece en la provincia.

Más de un estudio científico y la vida práctica aseguran sobre los beneficios para la salud y el estado emocional de los practicantes del tai chi. Un arte marcial que, asesorado por la Escuela de Wu Shu en Villa Clara se hace popular en diferentes puntos de la ciudad de Santa Clara, sin distinción de edades y logrando aunar a varios partes de una familia en su práctica.  

Así es la historia de Odalys Díaz de Villega, quien llegó al grupo de la escuela de medicina prácticamente inválida, y gracias a la práctica de este arte marcial, se ha vuelto a insertar en su trabajo y en la vida doméstica.

“Tenía varias lesiones que me imposibilitaban valerme por mí misma. Ya había practicado un tiempo, pero lo había dejado. Pero al empeorar mi situación volví y soy otra. He recuperado totalmente el movimiento y mi salud, pero lo más importante ha sido mi reinserción en la sociedad y sentirme realizada y por tanto llena espiritualmente”, comenta.

Su técnica se basa en ejercicios lentos y suaves, y quienes lo practican aseveran su influencia para aliviar el estrés, reducir la presión arterial, prevenir enfermedades como la artritis o combatir el insomnio.

Gilberto Cairo, maestro de Tai chi en Santa Clara, considera que la práctica se ha ido organizando en la provincia y goza de más popularidad entre las personas. Debido a que no ayuda solo a cuestiones de salud, sino que es un arte marcial que trabaja todos los músculos del cuerpo.

Para quienes gustan de las estadísticas, estudios realizados en Japón reafirman la teoría al demostrar que las personas que hicieron tai chi mejoraron más del 30% en la fuerza del tren inferior y el 25% en la del superior. Sin embargo, puede decirse que en Cuba el desconocimiento ha propiciado la creencia de que es una práctica profesada solamente por el adulto mayor.

Áreas como el zoológico, las escuelas secundarias Fe del valle y Capitán, o en predios de la Escuela de Medicina pueden verse a los maestros del Tai chi con las personas que acuden a ellos en búsqueda no solo de mejorar la salud, sino de sentirse relajados y encontrar ahí momentos de esparcimiento y camaradería.