PROART: creación y calidad

El grupo PROART del municipio Placetas en Villa Clara origina alrededor de 37 productos textiles y de cuero.

Cuando se habla de arte generalmente nos viene a la mente asociaciones estéticas. Rara vez pensamos en un taller lleno de hombres y mujeres que cosen a máquina uniformes escolares y para el trabajo, chaquetas, corbatas, cortinas, delantales, manteles y calzado artesanal, que suman más de una treintena de productos.

Sí, es ARTE, porque el colectivo que trabaja allí -en su mayoría mujeres-, le brinda a esas obras, que a veces nos parecen insignificantes como las cortinas delimitadoras de los hospitales o la ropa de salón de los doctores, una dedicación exquisita que tributa a una mayor calidad de las mismas.

Además, el proyecto apuesta por la diversificación, y tiene entre sus filas personal que se dedica a la cristalería, la escultura y el tejido.

El grupo PROART solo tiene 3 años de creado, y ya cuenta con una gran cantidad de clientes provenientes de las empresas Comercio y Gastronomía, Turismo, Servicios Comunales, Salud Pública, Seguridad y Protección y la Agricultura.

“En estos momentos estamos haciendo uniformes de custidio para el grupo ECOA de Santiago de Cuba. Pero hemos hecho uniformes para el puerto, para trabajadores de las paladares, para los enfermeros… Lo que nos hace mucha falta el tejido para poder cumplir con los contratos”, así expresó Nidia Redondo Rodríguez, jefa del taller.

Por su parte, Leonardo Vargas Rosa, económico del local, añadió que aunque la mayoría de los clientes se encuentran en Santiago de Cuba –lo cual significa un gasto en materia de combustible-, siempre tratan de entregar la mercancía con la mayor agilidad y calidad posible.

Otras de las fortalezas del proyecto son las excelentes condiciones de trabajo y clima organizacional en que se desenvuelven todos los trabajadores del taller: “Nosotros somos como una familia y no pasamos por alto ninguna fecha importante. Nos preocupamos los unos por los otros y tratamos que las relaciones interpersonales sean las mejores”, dijo Vargas Rosa.

Ejemplo de ello son las historias de vida que unen a los trabajadores de ese lugar, en especial la de Nidia:

“Después de 30 años de trabajo en la fábrica de calzado yo quedé disponible y tuve que empezar a laborar en un almacén. Como te podrás imaginar luego de tantos años en un trabajo dinámico no me sentía bien, y finalmente comencé a trabajar aquí desde octubre del 2016. Primero comenzamos a construir y luego buscamos el personal: trabajadoras que también habían quedado disponibles en sus diferentes puestos de trabajo, peluqueras jóvenes que se sienten mejor aquí, estudiantes que no cogieron carrera universitaria…

“En verdad me siento muy bien aquí, muy tranquila y muy atendida porque este es un colectivo maravilloso. Fíjate si es así que a pesar de tener 59 años me siento como de 20…”

Pero las funciones del grupo PROART no se limitan solo a la producción y posterior distribución de los artículos, también abarcan una esfera social en la que “apadrinan” la sala gastroenterológica del hospital infantil donde suplen con todo tipo de materiales las carencias que surgen.

En Placetas hay mucho arte, y PROART es uno de esos proyectos que no deben pasarse por alto y mucho menos menospreciarse.