domingo, 12 mayo 2024

Alinear los compromisos en un mundo que peligra

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió en la mañana de este sábado, en Dubái, un breve y esclarecedor discurso durante el evento de alto nivel sobre el Balance Global de la implementación del Acuerdo de París -evento desarrollado en el contexto de la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28).
La equidad y las responsabilidades comunes pero diferenciadas, conforman premisa cardinal para asumir los inmensos retos que presenta, hoy, la situación climática del mundo.

En ese concepto queda claro que todos estamos en el mismo barco, pero no todos somos igualmente responsables del daño que estamos sufriendo a nivel planetario. La mejor metáfora para entenderlo es aquel Titanic del cual habló el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz cuando quiso ilustrar el panorama de la Tierra, vista por él como una nave con varios niveles -con unos muy ricos y otros muy pobres, agobiados en el cuarto de máquinas-, donde, paradójicamente, la suerte ante el peligro de las aguas era (y es) la misma para todos.

Sobre equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas habló en la mañana de este sábado, en esta ciudad emiratí, el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su discurso pronunciado durante el evento de alto nivel sobre el Balance Global de la implementación del Acuerdo de París -evento desarrollado en el contexto de la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28).

En uno de los salones del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Dubái, y en breves pero muy claras palabras durante una Mesa Redonda dedicada a la Evaluación de los medios de implementación, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba expresó que “el Balance Global de la implementación del Acuerdo de París es un proceso de cardinal importancia, cuyo resultado debe conducir al fortalecimiento de la acción climática y de la cooperación internacional”.

En su entender, “esta COP28 se desarrolla en un contexto de crisis multidimensional, en el que las expectativas creadas con la adopción en 2015 de este histórico Acuerdo, no han sido cumplidas”.

“La razón principal radica en la actitud de los países desarrollados que pretenden trasladar la carga de sus incumplimientos a los países en desarrollo y borrar sus responsabilidades históricas en el deterioro del medio ambiente. Paralelamente, se resisten a comprometerse con la provisión de los medios de implementación necesarios para apoyar las acciones climáticas en las naciones del Sur”.

El Presidente Díaz-Canel Bermúdez enunció que, “por solo citar un ejemplo, los países desarrollados han sido incapaces de cumplir con el magro compromiso de abonar los 100 mil millones de dólares anuales para apoyar la adaptación y la mitigación en los países en desarrollo, cuyas necesidades han ido en aumento, y hoy se estiman en el orden de los millones de millones anuales”.

“Este primer Balance Global -dijo el Jefe de Estado- ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los progresos y las fallas, e identificar oportunidades, desafíos y soluciones para impulsar avances en todas las áreas temáticas –mitigación, adaptación, medios de implementación y apoyo, y perdidas y daños”.

“El resultado de esta Evaluación debe ser balanceado, realista y aplicable, apuntando objetivamente al futuro que queremos alcanzar, pero al propio tiempo hacer un balance crítico acerca de cómo hemos llegado a la situación en que nos encontramos hoy”.

El dignatario de la Mayor de las Antillas afirmó que “especialmente contundente deberá ser el abordaje de la cuestión de los medios de implementación, cuyos resultados deben reconocer los incumplimientos de las responsabilidades de los países desarrollados, y asegurar compromisos ambiciosos en materia de finanzas, transferencia de tecnologías y desarrollo de capacidades para los países en desarrollo, incluyendo la voluntad de trabajar constructivamente por el logro de una nueva meta financiera a adoptarse en la COP29, que responda verdaderamente a las necesidades de las naciones del Sur”.

Hacia el final de su esclarecedora y contundente intervención, el mandatario afirmó: “Los objetivos que nos tracemos con este ejercicio tienen que tomar en cuenta las diferentes circunstancias nacionales, las necesidades del desarrollo y las prioridades económicas y sociales de los países en desarrollo. Es indispensable que toda la Evaluación se sustente en los principios de la Convención y su Acuerdo de París, en particular en la equidad y las responsabilidades comunes pero diferenciadas”.

“Aprovechemos este espacio para reconocer los desaciertos, rectificarlos, y alinear nuestros compromisos con la urgencia de la situación climática actual”.


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