lunes, 13 mayo 2024

Mi futuro lo construyo día a día

Construir el futuro desde el día a día es la premisa de Anabel Figueroa Figueroa, una joven de estos tiempos que entre otras funciones, se estrena como directora de programas en Telecubanacán cuando el canal arriba a sus 35 años.

Construir el futuro desde el día a día es la premisa de Anabel Figueroa Figueroa, una joven de estos tiempos que entre otras funciones, se estrena como directora de programas en Telecubanacán cuando el canal arriba a sus 35 años.

Quien conoce a Anabel Figueroa realmente se queda admirado por su dinamismo y pasión en todo lo que hace. Versátil y entusiasta, esta joven asume con responsabilidad y total entrega cada proyecto que se traza, donde los niños y la creación artística resultan una constante.

Anabel, sé que eres graduada de la Escuela de Instructores de Arte y posteriormente de Comunicación Social, ¿cómo llegas al mundo del arte?

Desde niña me incliné por el mundo artístico, y el gran empuje ocurrió cuando llegué a Santa Clara pues soy de Santo Domingo, y tuve el privilegio de entrar a una primaria donde había una auxiliar pedagógica que era la encargada de montar los matutinos, obras con niños, y enseguida me incorporó a estas actividades. Luego comencé a escribir, sobre todo cuentos, y empecé un taller literario en la casa de la cultura.

Ya a fines de la secundaria tenía muy clara mi inclinación artística y entré a la Escuela de Instructores de Arte “Manuel Ascunce Domenech” en la especialidad de teatro, y desde entonces es una de mis grandes satisfacciones.

¿Cuánto te ha aportado esa formación recibida en la EIA para los proyectos que haz desarrollado una vez graduada?

Cuando entré a la EIA me fascinó el teatro para niños como especialidad y traté de aprovechar al máximo ese tiempo y los conocimientos, lo cual fue más que útil, pues una vez graduada me enfrenté a dos resto directamente vinculados a los pequeños: el trabajar como instructora de arte de la escuela especial “Chiqui Gómez” y en el proyecto infantil Los querubines del arte, que posteriormente se llamó La Colmenita de Santa Clara y que hoy se conoce como El Principito, donde me mantengo, y en esos espacios me enamoré completamente del teatro y los niños, pues tuve que aprender a desdoblarme como ellos, a pensar como ellos y a sentir como ellos.

¿Qué lección te llevaste entonces del tiempo que estuviste vinculada a la enseñanza especial?

Ese fue un tiempo de crecimiento personal, pero de crecimiento a partir del regresar a mi infancia. Cada día tenía que volver a ser niña, pues no puedes ver a los niños con necesidades educativas especiales desde la perspectiva de un adulto, sino que tienes que ser niño otra vez. Tienes que llenarte de fantasía, de paciencia y de mucho amor puro, para llegar a ellos y sobre todo, para que ellos puedan llegar a ti. Y es cuando te tejes un mundo real, pero donde la fantasía y la magia existen, y eso lo mantengo hasta hoy. De hecho, me considero siempre una niña, y eso se lo debo a ese tiempo en la escuela especial “Chiqui Gómez Lubián”.

Anabel, ¿cuán difícil es llevar la vida familiar, profesional -pues eres asesora de programas en Telecubanacán-, una compañía de teatro infantil y otros proyectos?

Es difícil. Casi siempre digo que necesito un día que tenga más de veinticuatro horas, generalmente no estoy mucho en mi casa, la mayor parte del tiempo llego pasadas las ocho de la noche. Y el reto está en lograr balancear todo eso, y en saber que si hoy prioricé una cosa, mañana debo darle prioridad a la otra. Pero confieso que muchas veces cuando llego a la casa, estoy pensando y soñando qué haré con El Principito, o estando en la Compañía tengo en mente el guion que debo revisar y entregar, o el trabajo con el círculo de interés de Telecubanacán y hasta el programa de televisión que dirijo. Por eso digo que mi día debiera tener más de veinticuatro horas.

Creo que no hay un método para saber cómo llevas la vida, sino que cada cual se traza su propia estrategia en función de sus intereses, pero cuando realmente sientes amor por lo que haces, todo se logra, con empeño, con dedicación y con mucho pero mucho apoyo familiar.

Ahora que mencionas a la familia, ¿cuán importante son ellos para tu vida?

Mi familia es uno de los pilares más importantes de mi vida y quienes me sostienen. Dairon, mi pareja, es el editor de mi programa de televisión y durante los fines de semana el tiempo que pasamos juntos, también lo empleamos en otros proyectos que tenemos en común, y es precisamente él quien hace la cámara y la edición. También está mi papá, que es médico, pero siempre saca tiempo para apoyarme y es quien me ayuda en la producción y muchas veces con los recursos que necesito. Y está mi mamá, actualmente de misión internacionalista en Guatemala, pero que a diario se interesa por lo que estoy haciendo y en qué puede ayudarme. Sin ellos realmente no pudiera llevar adelante estas pasiones.

Volvemos a las pasiones y vienen a mi mente el círculo de interés de televisión y “En un 2×3” con el que te estrenas como directora de televisión. ¿Cómo te enrolas en estos nuevos desafíos?

Para mí fue un reto entrar a la televisión, pues aunque tenía una formación teatral, los códigos no tienen nada que ver. Cuando entré al canal decidí aprender, para a partir de ahí poder hacer. Ingresé al departamento de programación y comencé como especialista, me preparé, estudié, y luego pasé a ser asesora. Pero a la par seguí con el trabajo de la compañía infantil.

Es entonces cuando la directora del canal, Misladys Zamora, que conoce de mi encanto por el trabajo con niños, me propone crear un círculo de interés para acercar a los niños a la televisión y así surge la primera parte. Incorporamos a los niños, comenzamos a prepararlos, a darles clases, y talleres, y en medio de esto surgió el sueño de llevar este proyecto que mantenemos actualmente, a la pantalla.

Justo en ese momento apareció el curso de dirección de programas de tv y lo asumí, pues era algo que me gustaba desde que entré al medio. Y por supuesto, lo encaucé hacia el trabajo con los niños y qué mejor que llevar el proyecto del círculo de interés a la pantalla. Y así surgió En un 2×3, que sale actualmente los martes a las cinco de la tarde por Telecubanacán y donde los niños con sus sueños, sus interrogantes y sus preocupaciones son los protagonistas.

2x3 3

Sé que es muy pronto para predicciones, pero ¿aspira En un 2×3 a mantenerse en la pantalla?

Buen, esa es una aspiración, pues los niños tienen muchas inquietudes y temas a desarrollar. Por mi parte claro que me encantaría, digamos que esta es mi gran clase práctica después del curso de dirección y una oportunidad para aprender.

A todos estos proyectos se le suma una responsabilidad importante como ser Secretaria del Comité de base de la UJC en Telecubanacán, además de militante del PCC. ¿Crees que los jóvenes de la Cuba de hoy están preparados para asumir estos cargos?

Hace unos días conversaba con los militantes de la UJC del canal y les decía que los jóvenes deben o debemos hacernos más protagonistas de los espacios de la Cuba de hoy, y también asumir con total confianza este tipo de cargos.

Es cierto que estas organizaciones surgieron en otras épocas con características diferentes, pero eso no es un freno, sino que es señal de la coherencia de dos organizaciones fundamentales en la historia y la vida de Cuba, respecto al momento en que se vive. Los jóvenes y el contexto actual son distintos a los años 60, por tanto la UJC de hoy y el PCC sin perder su esencia y sus principios, tienen que ser distintos. Y nos corresponde a las nuevas generaciones impregnarlas de dinamismo, de pensamientos nuevos, de futuro.

Para ello hay que hacerlo desde la base, con trabajo, con activismo, desde las filas de ambas organizaciones, y también desde su dirección. Los jóvenes cubanos hoy cuentan con la preparación más que suficiente para asumir esta y otras responsabilidades, además de la guía de líderes más experimentados que nos acompañan siempre, por eso digo que no puede existir temor a cumplir con esas responsabilidades, porque a fin de cuentas, y no es slogan, los jóvenes de hoy somos el futuro.

Mencionas futuro…¿Cómo ves el tuyo?

No me gusta visualizarlo, prefiero construirlo a diario, pero te puedo garantizar que en él siempre podré soñar, estar con mi familia y trabajar con los niños.


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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