Fidel no se fue
Reacciones ante una muerte inesperada. El fallecimiento de Fidel castro cala hondo en el pueblo cubano.
Reacciones ante una muerte inesperada. El fallecimiento de Fidel castro cala hondo en el pueblo cubano.
Confusión, sorpresa, tristeza, fueros mis primeras reacciones cuando escuché la voz del otro lado del celular diciéndome que Fidel había muerto.
Y entre la confusión de la noche y el sueño comencé a buscar en mi mente quien en mi trabajo o conocidos se llamaban así. Mi mente me traicionaba y no daba paso a lo que mis oídos escuchaban mientras la voz al otro lado contenía también las emociones. Fidel murió, tal vez su corazón dejó de latir, tal vez sus ojos se cerraron. Pero sigue aquí, en esa extraña sensación de deudas y trabajos pendientes, de tranquilidad por el deber cumplido, de haberte visto al menos de lejos cuando siempre quise verte de cerca, de conversar de historia, de Cuba y del mundo como soñamos mi amiga Dailyn, mi profesora Mercedes y yo cuando hacíamos la tesis de grado sobre tus publicaciones en el periódico Alerta.
Como escribimos aquella carta solicitando una entrevista, para aprovechar y absorber esa savia, ese mar infinito de conocimiento, de sabiduría. Hoy envidio a cada persona que te abrazó en el pueblo cada vez que caminaste las calles de Cuba, cada vez que lanzaste esa confianza a un pueblo que te vio nacer como hombre, como revolucionario, como visionario. Se me ahogan las palabras… así de simple, no se puede escribir más.
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