El “Bella Cuba” hace gala a su nombre
Por eso no es casual escuchar en las comunidades y barrios, el pregón que anuncia la llegada de las ofertas como caldosas, potajes, panes y otros productos, productos que se expenden también en la modalidad “para llevar” y que gozan de la aceptación de muchos.
El colectivo del Bella Cuba, una de las más emblemáticas instalaciones del Comercio y la Gastronomía en el municipio, ante la clausura de las actividades nocturnas, no quedó con los brazos cruzados; su colectivo apeló a movilizar la creatividad, en función de sortear las limitaciones económicas y prestar un servicio de calidad. En la instalación la rutina inicia antes que salgan los primeros rayos de sol, todos tienen múltiples de responsabilidades y se suman a la elaboración de almuerzos y comidas, siempre con la cautela de hacer un menú con variadas ofertas e incluir aquellas que tengan precios más asequibles, para que puedan estar al acceso de los más vulnerables.
La receta: “amar lo que se hace”, asegura Osvaldo Ferrer, cocinero que hace más de veinte años labora en la instalación y que muestra con orgullo condimentos y vegetales, productos del campo que fueron sembrados en los jardines del lugar que antes acogía actividades nocturnas. Iniciativas como esta permiten disminuir los gastos de la unidad.
El establecimiento exhibe en estos momentos indicadores económicos favorables, atiende siete unidades de la red del Comercio y la Gastronomía en el municipio y se enfoca en lograr una mejor autonomía y autogestión, en aras de dignificar la gastronomía por años deprimida. El proyecto liderado por Rafael Soto, un emprendedor comerciante, suma iniciativas y moviliza la creatividad de los trabajadores, quienes mantienen la belleza y confort de la instalación a la vez que prestan servicios todos los días de la semana.
En medio de los desafíos de la actual pandemia, desde la instalación gastronómica se tienen identificadas las personas vulnerables del pueblo para que a este grupo poblacional llegue siempre el alimento con la sensibilidad de los trabajadores que aman lo que hacen.
El Bella Cuba, del municipio Quemado de Güines, en tiempos complejos hace gala a su nombre, con la prestación de un servicio gastronómico de calidad a la vez que defiende la identidad de los quemadenses.
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