Caricias: un soplo de esperanza y humanismo

La singularidad del proyecto Caricias lo ha hecho adueñarse de los corazones de médicos, familiares y pacientes de la sala de Oncohematología del Hospital Pediátrico José Luis Miranda de Villa Clara. Llegan todos los años cargados de amor y esperanza para aliviar las carencias materiales y dar mayor comodidad a los pacientes que allí se encuentran.

Con 5 años de fundada Caricias ha ido creciendo y cumplen sus propósitos, esos que un día fueron un sueño y hoy se concretan cada año en sus donaciones.
Desde Alemania a Cuba el proyecto ha creado un trayecto sólido donde muchas personas empatizan con su objetivo y contribuyen a las donaciones que llegan hasta Santa Clara.

El empeño de Jorge García Mesa, santaclareño residente en Alemania hace más de 25 años, desborda humanismo y solidaridad. Con su carisma y perseverancia ha hecho de Caricias un proyecto de muchos y ha tocado la sensibilidad de amigos alemanes y cubanos para sistematizar y hacer viables la entrega de donaciones.

No ha sido fácil, pero se siente satisfecho al ver que logra cambiar la instalación hospitalaria, sus condiciones y el agradecimiento que recibe en cada una de sus visitas.

“Empezó como un sueño -aclara Jorge García-, pero ya tiene un carácter extraordinariamente serio, no solo desde el punto de vista legal alcanzado desde que comenzó en el 2018, sino también en su alcance y en las personas involucradas. Es increíble ver cómo Caricias ha logrado tocar el corazón de las personas. Como he dicho otras veces, existen ángeles vestidos de personas y esos han llegado a Caricias para hacerlo más sólido y perdurable”.

Durante estos años han realizado donaciones importantes que contribuyen a la mejora del servicio médico y la estancia de los pacientes en esta instalación hospitalaria. Su ayuda incluye insumos médicos con medicamentos, bránulas, oxímetros, diferentes tipos de sondas, agujas y catéteres que se reciben en varios momentos del año.

Además de insumos médicos, computadoras y la realización de actividades culturales, a través de Caricias se han logrado climatizar los aislados de la sala. Desde el año anterior comenzaron a donar equipos de climatización como aires acondicionados y Split para mayor confort de las habitaciones y un real aislamiento de los niños, necesario para su correcta evolución.

En esta oportunidad traen también equipos de refrigeración, 10 minibar, con el objetivo de ofrecer una mayor comodidad para niños y familiares, por lo general con ingresos de larga estadía en un servicio que cubre toda la región central del país.

La ayuda recibida ha sido fundamental para mayor confort de los pacientes, asegura Marta Beatriz García Caraballoso, jefa del servicio de oncohematología del Hospital Pediátrico José Luis Miranda.

“Caricias comenzó como un propósito entre amigos que ha ido tomando fuerza; gracias al empuje de Jorge García, el proyecto ha ido desde la necesaria ayuda material para mejorar las condiciones de la sala y sus aislados, hasta el apoyo espiritual a pacientes y familiares. En esta ocasión, con los equipos de climatización y refrigeración, se mejora el aislamiento de los niños que se encuentran en nuestro servicio”.

El proyecto Caricias mantiene comunicación asidua y constante asesoría de los médicos y especialistas del hospital pediátrico villaclareño con el fin de ser más precisos y útiles en sus donaciones.

“Estamos al habla con los médicos para conocer las necesidades del hospital, en qué podemos ayudar y así nos vamos planificando. Caricias ya tiene un nombre, es conocido en el lugar donde vivo en Alemania y he recibido el apoyo de muchísimas personas que sienten como suyo el propósito fundacional y están dispuestos a colaborar con los niños de la sala de oncohematología del hospital pediátrico villaclareño”, afirma su líder y fundador.

Como su nombre indica, Caricias brinda mucho más que la necesaria ayuda material y médica, estrechan lazos de amor, esos que superan distancias geográficas y con su humanismo ayudan a disipar las tristezas.