Apego por la tierra

Yelián Dulzaides Viego, es un joven campesino que siente un gran apego por la tierra y que labora en la finca “La Juanita”, una de las más destacadas de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Tato Madruga”, de Encrucijada.

A decir de su familia, vecinos y compañeros, lo distingue la madurez, la seriedad, el amor por Cuba y el escuchar siempre los consejos de los más experimentados, por lo que le auguran un futuro sobresaliente en cuanto al conocimiento de la agricultura y las faenas relacionadas con los animales.

Yelián tiene muy bien definido el derrotero que escogió para su vida y el por qué este se constituye en una parte indisoluble de su existencia.

“Como jovenes estamos aquí por la necesidad que tiene el país de seguir adelante, es una exhortación para los demás, a que vengan a trabajar acá a los campos, porque la tierra no se come a nadie, al contrario, nos alimenta.”

Como todo joven, él también tiene otros gustos y aficiones que el trabajo en la agricultura no le impide desarrollar.

“A mí también me gusta salir a pasear, me agradan las fiestas y divertirme, porque todo en esta vida tiene su momento”, destacó Yelián, y prosigue la marcha camino arriba, porque en un sembradío cercano están sacando yuca y su cooperación es necesaria.