jueves, 10 octubre 2024

¿Parejas a solo un clic?

La tecnología ha revolucionado todos los aspectos de la vida moderna; encontrar pareja en el siglo XXI ya no requiere encuentros fortuitos o casamenteros, el ciberespacio sirve de escenario para este y otros propósitos.

La tecnología ha revolucionado todos los aspectos de la vida moderna; encontrar pareja en el siglo XXI ya no requiere encuentros fortuitos o casamenteros, el ciberespacio sirve de escenario para este y otros propósitos.

Actualmente el vivir una relación amorosa online, o mejor aún, vivir citas en el ciberespacio, constituye una sensación placentera y atractiva para muchos, algo que -según la psicología-, se siente con más intensidad que en la vida física. El punto consiste en que, al enamorarnos, segregamos gran cantidad de dopamina, la misma sustancia química que se libera en los individuos al estar conectados, solo que a niveles muy superiores. La suma es clara: dopamina por adicción a las redes + dopamina a partir de la idealización de un individuo al que solo se conoce por la red, es igual a enamoramiento online, y del fuerte.

Y así, lo que se vio hace unos años como un “fenómeno” de la modernidad, hoy se explica, hasta por la ciencia, como un comportamiento natural, pues si las redes han transformado todos los comportamientos humanos y representan una solución para comprar, estudiar y por qué no, encontrar pareja.

Para ello internet propone hoy innumerables sitios que nos permiten “conectar” con alguien especial con tan solo unos pocos cliks. Lo mejor del asunto es que con introducir palabras como parejas, buscar parejas, citas, el motor de búsqueda arroja páginas y páginas de sitios destinados única y exclusivamente a este fin además de propuestas con consejos para desarrollar mejores prácticas seductoras, de enamoramiento y hasta de sexting, o sea, el envío de mensajes con contenidos sexuales.

De ahí la pluralidad de propuestas online a las cuales se accede a partir de la edad que se tenga, el tiempo que se pretenda dar a la relación, el costo, la nacionalidad y hasta la orientación sexual. Se cumple aquello de para gustos se han hecho colores y para citas, el internet. Por supuesto, cada una cuenta además con una app con la que podrás estar permanentemente conectada desde el dispositivo inteligente, para estar bien “cerca” de la pareja a todas horas. Tampoco pueden faltar los consejos al estilo videotutoriales para “enamorarse” digitalmente hablando.

Y aquí vienen de nuevo las voces en defensa de esta forma tan tecnológica y para mí distante del “amor”, que ya alude a priorizar el espacio virtual sobre el físico, a partir de no tener que recurrir al temido cara a cara; una postura que también censuro, pues las imágenes de hoy son un tercio de verdad, otro de filtros y el resto de Photoshop. Pero bueno, este es el mundo de los millenials, que prefieren amar, sin moverse de internet.

Lo cierto es que inteligencia artificial, algoritmos y redes articulan cada día más las relaciones intrepresonales de la población de hoy, y el amor, por supuesto, no escapa a ello. Cupido ya deja a un lado su arco y flechas y prefiere conectarse online para satisfacer, muchas veces virtualmente, hasta el más desenfrenado de los deseos.  Inteligencia, cariño, sentimientos palpables y genuinas emociones lamentablemente van quedando en desuso, para asumir un ideal que solo construimos con lo que se ve del otro lado de la pantalla.

No sé si en el futuro ya no tan lejano, la palabra amor se acompañará siempre del calificativo virtual, o si aparecerá una nueva forma de «conectarnos con otro ser humano». Por mi parte, prefiero seguir apostando por la vieja escuela aunque inserta en nuevos tiempos.

 

 


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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