Un adiós al diciembre que se va y una bienvenida al 2022
Cuando para muchos la vacuna le daría el jaque mate a la pandemia, aparece una nueva variante: Ómicron, como para recordarnos mantener la lucha sin cuartel para evitar su propagación y contagios, pero, aun así, celebrar el fin de año y el inicio del 2022 es propósito de todas las familias.
En esta fecha los recuerdos del ajetreo en mi hogar desde mi niñez se volcán a pasos acelerados; toda la familia se reunía en casa de mi abuela materna: hijos, hermanos, primos y demás familiares; el jolgorio y la alegría se renovaba cada amanecer de diciembre, especialmente después del 23; dormíamos un poco apretados pero felices de estar juntos. Ya no será como antaño, pero la alegría de estar vivos y de celebrar juntos reina en mi casa, al igual que en cualquier parte del mundo.
Hoy, aunque la pandemia no nos permite ser extensivos en la celebración, recorrer el vecindario y desear lo mejor en cada puerta, compartir en familia y con las medidas sanitarias establecidas, no es impedimento para arribar a un nuevo año.
Llame a los que estén lejos, felicite a los suyos; a sus vecinos, salúdelos aunque sea desde lejos y deséeles también lo mejor para el nuevo año. ¡Felicidades!
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