viernes, 26 abril 2024

La batalla por Cuba, en clave de comunicación

El Presidente Díaz-Canel exhortó a cerrar el paso a la chapucería, la banalidad y la vulgaridad en los medios, y a defender en nuestras producciones lo cubano, sin por ello negar lo universal.

«Hagamos la comunicación que necesita este tiempo», se escuchó hacia las palabras finales del informe de balance del Instituto de Información y Comunicación Social (ICS), realizado en la tarde de ayer, en el Palacio de la Revolución, en presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República; de los miembros del Buró Político Manuel Marrero Cruz, primer ministro, y de Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central; y de otros dirigentes.

Justo esa fue la esencia de las palabras que dirigió el Presidente Díaz-Canel, a modo de conclusión, a ese grupo de cuadros y trabajadores que integra la fuerza humana del joven instituto que, en 2023, enfrentó un doble desafío: la entrada en funcionamiento del nuevo organismo de la Administración Central del Estado, así como sostener la vitalidad de la radio y la televisión desde su encargo de servicio público.

Cuestiones medulares que guardan relación con la comunicación social, en todo sentido, abordó el Presidente cubano ante un auditorio que siguió cada una de sus acotaciones, y en más de una ocasión aplaudió sus palabras. Habiendo acabado de escuchar los trillos por los que ha estado avanzando el ICS –que cuenta, entre lo más significativo del periodo, con la aprobación de la Ley de Comunicación Social y la elaboración de sus disposiciones normativas reglamentarias, así como el sostenimiento de la actividad de un centenar de emisoras y 42 canales– Díaz-Canel comentó que, en el país, estamos ante un momento distinto de la Comunicación Social, porque hay estructuras, equipos de trabajo, estrategias de comunicación, y aunque unas son más coherentes que otras, los proyectos tienen al menos un enfoque desde la comunicación.

Partiendo de las propias intervenciones de los participantes, el Jefe de Estado se refirió a la necesidad de hablar también de una comunicación política, y consideró, tal como fuera defendido en el debate, de gran importancia educar, para la comunicación, a los directivos y a la población. «Creo que es un tema transversal. Y tenemos que educar a todo el mundo, porque todo el mundo está participando en la comunicación. Las redes sociales hoy hacen que todos sean usuarios, pero que sean también comunicadores. Teniendo en cuenta también que hay que distinguirlas, las redes sociales son una plataforma de colonización cultural en la que tenemos que estar con nuestros contenidos, pero no es para que nos colonicen, sino para contrarrestar esa colonización», explicó. Lograr el cumplimiento de la Ley de Comunicación y funcionar como ICS, y no como Instituto Cubano de Radio y Televisión –institución que precedió al actual instituto– es vital, aseveró.

A propósito de una intervención de la realizadora Magda González Grau, el Presidente encomió el poder sugestivo y movilizador de las historias bien contadas y defendidas con calidad, y aludió al personaje adicto en la telenovela Viceversa. «El papel que está haciendo el joven es uno de los mejores mensajes, en estos tiempos, respecto al daño de las adicciones», reconoció, y respecto al dramatizado, distinguió que no oculta nuestra realidad, transmite valores, y pondera figuras de nuestra sociedad que otras veces no han estado en estos espacios.

Una vez más, el Presidente Díaz-Canel exhortó a cerrar el paso a la chapucería, la banalidad y la vulgaridad en nuestros medios, y a defender en nuestras producciones lo cubano, sin por ello negar lo universal. Destacó la importancia de ganar en la calidad de la realización audiovisual, «que es hoy el código comunicacional con el que más podemos llegar a la gente».

Con respecto a la comunicación comunitaria, tema que se abordó en varias intervenciones, el mandatario propuso profundizar. «Debemos tener una visión distinta en cuanto a la comunicación comunitaria, que no es solo la comunicación comunitaria desde los medios, es la comunicación comunitaria como proceso social, razonó».

ESTADOS UNIDOS Y SUS OBSESIONES CON UNA CUBA QUE NO TENDRÁN

No faltó, en la intervención del Primer Secretario del Partido, su denuncia a la articulación propagandística e incitadora de los enemigos de la Revolución, en su afán de generar un estallido social y la desestabilización del país, exacerbada ante el reclamo, el pasado domingo, de un grupo de ciudadanos en Santiago de Cuba y Bayamo.

«Para describir hoy a lo que estamos sometidos como nación, yo digo que hay dos elementos que se están combinando desde la lógica del Gobierno de los Estados Unidos: por una parte, la asfixia económica, y por otra la intoxicación mediática. La asfixia económica, con el recrudecimiento del bloqueo y la inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo», de lo cual, dijo, «nosotros todavía no hemos sido capaces, por mucho que se ha explicado, de llevarle a la población cubana, de verdad, lo que significa estar incluidos en esa lista, que es la que más limita de todo. Y con toda esa combinación, entonces propiciar el estallido social», refirió, y entendió lo sucedido este domingo como un ejemplo de lo que es la intoxicación mediática.

Díaz-Canel declaró que, de inmediato, apareció una articulación muy grande de incitadores, de políticos a los cuales les hicieron hacer un papelazo, porque denunciaron hechos que no habían ocurrido. La embajada de Estados Unidos ofreció un mensaje injerencista, hipócrita, prepotente, y connotados terroristas empezaron a dar fórmulas de cómo había que actuar de manera agresiva en Cuba. Se montaron fake news, e imágenes con inteligencia artificial, mentiras, videos falsos, construcciones, la transmisión de supuestas directas, desde los lugares desde los cuales se suponía que estaban pasando los hechos, que mantenían como línea que las cosas estaban ocurriendo, cuando ya en esos lugares había total normalidad.

Ante lo que realmente sucedió –explicó el Presidente–, los dirigentes conversaron con las personas, y las cosas se aclararon y regresaron a sus lugares, algunos se quedaron más tiempo. «Lo que sí hubo fue diálogo con los que allí estaban, y eso es legítimo. Nosotros entendemos también que, con la dureza que se está viviendo en los tiempos actuales, las personas tienen que tener insatisfacciones, pero también tienen que saber lo que se está haciendo, porque aquí no hay nadie de brazos cruzados, aquí todos los días la mayor parte del tiempo se está dedicando a ver cómo encontramos soluciones», señaló. Díaz-Canel mencionó que tenemos problemas de eficiencia económica, de producción nacional, pero que estamos muy lejos de que esa sea la causa fundamental de lo que nos está pasando.

«Estaban desesperados porque ayer hubiera un estallido social en Cuba, y no lo lograron. No lo lograron porque se trabajó con unidad, se trabajó como hacemos la política, teniendo en cuenta la historia, teniendo en cuenta el Derecho, que es lo justo, y teniendo en cuenta la verdad, y explicándole la verdad a la gente, y enfrentando con la verdad las dudas que podía tener la población», refirió el Presidente cubano.

Díaz-Canel entendió lo sucedido como «otro momento de preparación y de aprendizaje para articular más las fuerzas revolucionarias y seguir enfrentando todo ese montaje de asfixia económica y de intoxicación mediática». Con la ocasión, se muestran una vez más «los propósitos, la perversidad, el desprecio del gobierno de los Estados Unidos por el pueblo de Cuba, y el desprecio por la Revolución cubana, y el desprecio porque nosotros queramos ser libres, soberanos, independientes, y tener nuestra autodeterminación», afirmó.

El mandatario ratificó lo que como respuesta al suceso expresó en su cuenta de x, en la que certificó toda la disposición del Gobierno cubano, del Partido, de las instituciones nuestras, para dialogar con nuestra población, para explicar, para convocar, para unir, para trabajar, para seguir buscando, con nuestros propios esfuerzos y con nuestro propio talento, soluciones a la difícil situación que estamos viviendo.

Al escenario de economía de guerra que vivimos como nación se refirió, en una breve intervención, el primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien destacó, dado el contexto actual, la importancia del trabajo de los comunicadores. La dirección del país cuenta también con este equipo de comunicadores para seguir adelante, expresó ante un público que, a juzgar por la mirada crítica de sus valoraciones, la fuerza de sus proyecciones y el compromiso sostenido, dará la batalla por Cuba, como corresponde.


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