domingo, 13 octubre 2024

Cuba e Irán: historia de suertes compartidas y de solidaridad mutua

Este martes tuvo lugar en Teherán, con la presencia del Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, un emotivo encuentro entre la delegación del país caribeño, y amigos de movimientos de solidaridad en tierra iraní, así como con hijos de la Mayor de las Antillas que aquí residen.

A veces los amigos viven lejos, tienen rostros diversos, e incluso costumbres cuyos orígenes, fibras y creencias son diferentes. Pero cuando esos amigos están unidos por circunstancias que llevan en sí la categoría de destino, entonces la cercanía es verdadera y muy difícil de deshacer.

Así puede hablarse si se trata de la relación que existe entre Cuba y la República Islámica de Irán, país al cual una delegación de la Mayor de las Antillas ha realizado una visita oficial de trabajo, del 3 al 5 de diciembre, encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

La visita a la nación del Oriente Medio, en sintonía con la invitación cursada por el Excelentísimo Sr. Dr. Seyed Ebrahim Raisi -honorable presidente de la República Islámica de Irán-, al mandatario cubano, estuvo animada en el propósito de consolidar y desarrollar las relaciones bilaterales.

Algo une con indudable consistencia a los dos países que tienen en sus horizontes aprovechar todas las potencialidades en un camino de doble vía. Ambos lidian con las injustas sanciones del gobierno de los Estados Unidos. Ambos han sufrido y sufren en carne propia todo tipo de bloqueos y estigmatizaciones.

En esa coincidencia de perspectivas, las dos naciones rechazan enérgicamente la intervención de fuerzas armadas extrajeras en los asuntos internos, así como los intentos para debilitar la estabilidad y la seguridad de sus respectivas sociedades.

La parte iraní se solidariza con la nación caribeña y respalda las políticas del Estado cubano para el enfrentamiento al bloqueo económico, comercial y financiero que ha sufrido la Mayor de las Antillas por más de seis décadas, al tiempo que la parte cubana apoya el creciente papel de Irán en los asuntos regionales e internacionales.

Todas esas confluencias pudieron percibirse durante el encuentro que tuvo lugar en la mañana de este martes, en Teherán, entre la delegación de Cuba y amigos de la solidaridad en tierra iraní, así como con cubanos que aquí residen.

En los primeros momentos de esa jornada de amistad, el Presidente Díaz-Canel compartió varias ideas que tuvieron como destinatarios a quienes él llamó «Queridas hermanas y hermanos, queridos amigos de la solidaridad». Habló, primero, sobre la visita oficial de trabajo, sobre la intensidad de las horas transcurridas, y sobre objetivos a los que se ha dado cumplimiento. Y comentó que en medio de esa agenda resultaba imprescindible tener la posibilidad de un encuentro con las personas que en Irán han estado haciendo del centro de sus vidas la solidaridad con el país caribeño.

«Constantemente -enunció el dignatario- nos han estado llegando en los años difíciles que vive nuestra nación, todo un grupo de muestras de solidaridad, de apoyo, que también ratifican convicciones, promueven sentimientos, nos crean compromiso; y yo creo que era muy justo, muy necesario, que en un momento como este nosotros pudiéramos expresarles, personalmente, nuestra gratitud por toda la labor de solidaridad que ustedes realizan desde Irán hacia Cuba».

Díaz-Canel expresó seguidamente: «Eso nosotros lo reciprocamos también con toda la actividad de solidaridad que hay en Cuba con relación a Irán; y como ustedes conocen Cuba, constantemente, está denunciando a nivel internacional la injerencia del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos internos de Irán; Cuba constantemente está condenando la aplicación de sanciones y políticas de agresión por parte de los Estados Unidos hacia Irán».

El mandatario recordó que Cuba e Irán comparten como naciones hermanas «el hecho de que tenemos un enemigo común, el imperialismo, que nos quiere ahogar, nos quiere asfixiar, quiere someter a nuestros procesos revolucionarios sobre la base de la aplicación de sanciones, sobre la base de la aplicación de bloqueo».

El Jefe de Estado habló a los amigos sobre la situación compleja que está viviendo Cuba, sobre ese bloqueo recrudecido que lo hace todo tan difícil, y sobre la injusta inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.

La asfixia económica, el descrédito de la Revolución a través de los medios, y el intento de colonización cultural, fueron tres caminos imperiales denunciados por Díaz-Canel cuando reflexionó sobre las maneras en que el enemigo jurado de la Cuba socialista pretende desconfigurar el intento de una sociedad más justa y emancipada.

El Presidente recordó cómo los amigos solidarios han ayudado en tiempos difíciles con donaciones, o con acciones que han contrarrestado las campañas de difamación que hay contra Cuba: «Ustedes, dijo a los iraníes, nos dieron aliento para enfrentar esas situaciones. Estos no son hechos separados, ustedes tuvieron una participación activa cuando convocamos internacionalmente a la campaña para que fueran liberados los cinco héroes cubanos que injustamente fueron condenados a altas sanciones en Estados Unidos, y que gracias a ese apoyo internacional, y en particular al de ustedes, ya llevan varios años en nuestra Patria».

Resultó inevitable recordar los tiempos duros de COVID-19, el modo en que el imperio negó a Cuba, literalmente, el oxígeno con el cual salvar a sus hijos. Fue el momento de hablar sobre los ventiladores pulmonares, de altas prestaciones, que jóvenes cubanos hicieron para el país; y fue también la oportunidad de recordar cómo fue que los científicos cubanos salvaron a todo un pueblo con la creación, en tiempo récord, de vacunas para combatir el coronavirus.

«Y ese resultado científico -resaltó Díaz-Canel a sus interlocutores- lo pudimos compartir con ustedes; lo compartimos con el Instituto Pasteur (de Irán); y mediante esa colaboración también Irán tuvo su propia vacuna, su vacuna nacional».

«Fuimos dos naciones -destacó el mandatario- que enfrentamos con nuestro talento y con nuestro esfuerzo la pandemia; y nos fuimos por encima de la adversidad que provocan las sanciones injustas y el bloqueo que nos aplican».

UNIDOS EN EL ARTE DE RESISTIR

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba dijo a los amigos iraníes: «Uno, observando cómo pudimos sobrepasar situaciones tan complejas, llegamos a plasmar todo ese momento en una expresión a la que le llamamos resistencia creativa, que no es solo resistir el bloqueo, no es solo resistir las sanciones, sino también es ver cómo en medio del bloqueo y en medio de las sanciones desarrollamos con nuestro esfuerzo, con nuestro talento -el del pueblo, por supuesto- las capacidades para enfrentar la adversidad, y enfrentarla resistiendo pero también avanzando».

«Y hacer vacunas, como las que se hicieron en la COVID, es también una expresión de desarrollo, porque no más de diez naciones en el mundo pudieron fabricar vacunas de alta tecnología, como las que se hicieron en Cuba e Irán. Y por lo tanto, esa es una expresión de desarrollo. Por eso creamos el concepto de resistencia creativa, que es un concepto que ahora estamos tratando de desarrollar en todas las facetas de la vida económica y social del país».

El dignatario contó que en otros encuentros de solidaridad con Cuba, «muchos de ellos (los amigos) nos han preguntado: bueno, y nosotros, ¿qué significamos nosotros para Cuba? Y yo siempre les respondo, y lo quiero compartir con ustedes, que ustedes son parte de esa resistencia creativa del pueblo cubano, porque con la actividad de solidaridad que hacen ustedes, nos transmiten energía, nos transmiten apoyo, nos dan seguridad, nos dan confianza; y a la vez, eso a nosotros nos compromete más con ustedes, porque si ustedes nos están defendiendo, nosotros tenemos que ser dignos también».

A los presentes, el Jefe de Estado les aseguró: «Ustedes también ocupan un lugar en esa resistencia creativa del pueblo cubano, porque sin ustedes, sin la solidaridad, nos faltarían cosas para poder resistir como lo estamos haciendo».

El mandatario convocó, hacia el final de sus palabras, a una solidaridad creciente, de cubanos e iraníes, con el pueblo palestino que en estas horas sufre un genocidio a manos de Israel.

Varias voces se alzaron en el encuentro, por la parte iraní, para abogar por un fortalecimiento, estratégico, de las relaciones entre ambos países; para expresar admiración porque, a pesar de las sanciones, los cubanos no renuncian a una vida hermosa. Se escucharon vivas a la Mayor de las Antillas, a Fidel, a Irán, al pueblo palestino… Y una expresión amiga, desde la tierra anfitriona, se escuchó en el recinto como para recordar que la amistad obra la magia de compañías que blindan contra todo dolor: Cuba -clamó una voz hermana- no está sola.


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