Imara Valdez: el camino de una leyenda del balonmano cubano
Desde mis inicios a los 17 años en la selección nacional, recorrí un camino de desafíos y logros a través de diferentes categorías como la primera categoría y el equipo juvenil. Iniciar en un equipo donde todos eran mayores que yo fue un desafío que me impulsó a crecer y esforzarme al máximo. La perseverancia me llevó a alcanzar diversos títulos y participaciones en campeonatos panamericanos, consolidando así la gloria deportiva que soy en la actualidad.
Actualmente Imara es madre y profesora de educación física, consolidando su papel en la formación de las futuras generaciones y resaltando la importancia de la presencia femenina en el deporte cubano.
Mi pasión se enfoca en ser profesora y formar a las futuras generaciones a través de la educación física. Ver la transformación de esos niños desde que inician en el deporte hasta convertirse en individuos disciplinados y responsables es una satisfacción que supera cualquier medalla. Ser madre me llena al 130%, ya que mis dos hijos, de 8 y 10 años, siguen mis pasos en el atletismo. Uno de mis mayores sueños es verlos brillar en un nacional.
Mi mensaje para todas las atletas es que sigan sus pasiones con valentía y determinación. El camino puede ser desafiante, pero cada obstáculo superado les acercará un paso más a sus metas. Enfóquense en crecer, aprender y disfrutar de cada momento, ya que cada esfuerzo invertido vale la pena en la construcción de un futuro exitoso.
Imara Valdez no solo es un ejemplo de dedicación y pasión en el deporte, sino también una inspiración en su papel como madre y educadora. Su determinación y compromiso la han llevado a forjar un camino que continúa motivando a las generaciones presentes y futuras en Cuba.
Deja una respuesta