La Glaucoma, el ladrón silente de la visión

Conocí por primera vez sobre la Glaucoma, sus causas y consecuencias, en Cifuentes. Una vecina muy allegada la padecía y hasta llegó a perder la visión de uno de sus ojos.

Luego, mi madre fue diagnosticada con la enfermedad y soy la que se encarga de llevarla con sistematicidad a sus turnos de seguimiento. De ahí que tengo la posibilidad de profundizar en el padecimiento, que llega una vez a tu vida y te acompaña por siempre y no para bien.

Esta semana se le dedica gran atención al Glaucoma a nivel mundial, pero coincido con José Guillermo Martínez Urbay, Especialista de Primer Grado de Oftalmología, cuando aseguró que es una enfermedad que su atención va más allá de una semana, aun cuando en esta se profundice y se dialogue sobre ella entre los galenos que le dedican su labor y su estudio.

De ahí que Urbay llamó al cuidado y la atención a este asesino silencioso, especialmente aquellas personas vulnerables a la enfermedad.

En el 2008 se decidió establecer el 6 de marzo como Día Mundial del Glaucoma, luego en el 2009 se pasó para el día 12, sin embargo, los especialistas consideraban que un día no bastaba para realizar actividades de promoción, educción y divulgación acerca de la enfermedad, y en el 2010 se extendió a una semana.

Como neuropatía es una enfermedad completamente asintomática incapaz de saber que se padece hasta un estadío muy avanzado de ella. Su principal afectación es en el nervio óptico y solo es detectable a través de un examen médico.

Lo peligroso es que cuando esto aparece ya se ha perdido entre el 50 y el 70% de la visión, cuando el enfermo se da cuenta que pasa algo, ya es muy tarde para su asistencia. De ahí que se bautiza en la literatura médica como “el ladrón silente de la visión”, concluyó el especialista de oftalmología en la revista especial de Telecubanacán.

“Dejar de ver lo que ocurre a mi lado, es uno de los primeros síntomas, también los dolores de cabeza, cambio seguido de cristales en sus espejuelos, sensaciones al virar las luces, son algunos de ellos que avisan que se está padeciendo”.

Existen factores de riesgo para esta patología óptica – explica José Guillermo-  está la edad avanzada, la diabetes mellitus, antecedentes familiares, lo que recomienda una revisión anual después de los 35 años de edad.

Es una enfermedad que no se cura y acompaña a quien la padece durante su toda su vida. Existen algunos tratamientos efectivos. Aun cuando hoy la COVID mantiene restricciones con las consultas de especialistas, los que sientan la necesidad de revisar su vista, pueden asistir a los policlínicos de todos los municipios para diagnosticar y atender, concluyó Martínez Urbay.