La convivencia en tiempos de pandemia
En la revista especial en tiempos de COVID-19 de la televisora provincial de Villa Clara, Telecubanacán, la master en psicología Lizandra Ángulo Gallo, explicó lo difícil que se hace coexistir en estos tiempos.
La convivencia de manera general consiste en esos espacios interactivos en que las personas interactúan de manera física, virtual o social, y se basa en determinados criterios normativos y se genera una interdependencia entre las personas en las que cada cual aporta a ella sus particularidades individuales, necesidades, motivaciones, creencias y que en ocasiones están contrapuestas con el resto de las personas con que interactúa.
Esta relación casi siempre genera conflictos, y de hecho la pandemia ha cambiado significativamente esta manera de convivir, acotó. La expresión de los afectos, el saludo cambió, y especialmente en el espacio de la convivencia familiar, marca pautas diferentes de actuación, continuó Ángulo Gallo.
Nuestras casas van más allá de un espacio para las actividades hogareñas, hoy son aulas para recibir clases a través de la televisión, o los medios de conectividad, oficinas para realizar el trabajo a distancia o el teletrabajo y todo ello lleva a conflictos intergeneracionales al convivir en una vivienda varias generaciones de familias con intereses diferentes y diferentes maneras de actuar, aseveró la master en psicología.
En los hogares desde hace un año se genera el conflicto entre el anciano que acostumbraba a quedarse solo en casa y hacer sus rutinas, el estudiante que ya no puede asistir a su escuela y hacer sus deberes desde la casa, niños pequeños que necesitan su espacio de juegos, padres y madres que tienen que combinar las labores domésticas con su rol de trabajador/ra y que por sus vulnerabilidades o por las condiciones de su centro de labor, trabajan desde la casa, y todo ello genera conflicto e intereses contrapuestos que hay que saber sobrellevar para convivir en armonía.
A esto se le suman las necesidades económicas y sociales que trajo aparejado la pandemia, que se traducen en malestares emocionales y tensiones entre los que conviven en un hogar donde se reducen su capacidad para solucionar los problemas del diario –continúa la psicóloga – de ahí la importancia de desarrollar habilidades para vivir en concordia a pesar de esto concluyó.
Afrontar estos conflictos que existen hoy es tarea de todos los miembros de la familia, y de la regulación de las emociones de todos los que conviven en un hogar, depende que la vida sea sistémica y feliz.
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