Isabel: la señorita rosadita del materno

Este 25 de mayo el hospital ginecobstétrico “Mariana Grajales” de Villa Clara arriba a sus seis décadas de creado, siendo el primer hospital inaugurado por la Revolución en la antigua provincia de Las Villas. La licenciada Isabel Ramona Morell es una de las enfermeras fundadoras de esta institución.

Este 25 de mayo el hospital ginecobstétrico “Mariana Grajales” de Villa Clara arriba a sus seis décadas de creado, siendo el primer hospital inaugurado por la Revolución en la antigua provincia de Las Villas. La licenciada Isabel Ramona Morell es una de las enfermeras fundadoras de esta institución. 

Aún cuando el hospital ginecobstétrico “Mariana Grajales” estaba en construcción, la señorita Isabel Ramona ya andaba por las salas y salones de este centro. Hoy con una  vasta experiencia en partos, fue de las primeras señoritas rosaditas como les decían en los primeros años de la Revolución a las enfermeras.

“Desde que era  niña siempre quise ser enfermera, mi madre decía que yo siempre andaba con una muñeca inyectándola,así fue que cuando abrieron  una convocatoria para enfermeras en la antigua clínica Bonet, no dudé en matricularme.Yo soy nativa de Trinidad, pero tenía tantas ganas de estudiar  y de hacerme una persona de bien que no dudé en matricular y venir para acá a pesar de las limitaciones económicas de mi familia, pues eramos muy  pobres”, así relata Isabel sobre sus inicios en el mundo de la enfermería. 

Isabel fue una de las primeras jefas de enfermeras del materno villaclareño, laboró durante muchos años como jefa del salón de parto, de allí su pasión por la vida.

“Para nosotras graduarnos de enfermeras, primeramente teníamos que hacer 30 partos prácticamente solas, era una condición que había que cumplir para obtener el título y a mí siempre me gustaba asistir los partos, pues considero la vida un regalo muy especial”, comenta.

Conocer a esta enfermera, de baja estatura,de rostro afable y de una extrema sencillez, es un verdadero lujo. Acumula varias misiones  internacionalistas y distinciones laborales; es madre, abuela y sobre todo una seño con una energía envidiable, por ello a sus 74  años regresa nuevamente como Jefa del servicio de parto.

“Yo me siento muy bien, fuerte y muy clara de mis facultades mentales ,incluso soy muy exigente con las nuevas  generaciones, siempre les enseño todo lo que se para que el trabajo salga mejor y sobre todo, para que los pacientes se sientan bien atendidos. Por ello no puedo negarme a cumplir esta nueva tarea de regresar a la sala de parto, soy revolucionaria y estoy donde haga falta”, expresa sonriente esta seño que no deja de asombrar.

Y cuando este 25 de mayo el ginecobstétrico “Mariana Grajales”, institución que se distingue por una baja tasa de mortalidad infantil y por una esmerada atención al neonato de bajo peso extremo, celebre sus 60 cumpleaños, allí estará la licenciada Isabel Ramona para contar historias de amor y vidas.