Intenso trabajo se desarrolla en las instituciones de salud de Villa Clara

Tanto en el hospital Comandante Manuel Fajardo, como en el Celestino Hernández Robau, institución oncológica del territorio, adaptada ahora para estos fines, cada segundo, minuto y hora cuentan, porque no hay tiempo que perder en el tratamiento de esos pacientes, la mayoría de los cuales supera los 75 años de edad.

Allí, un equipo de avezados especialistas no pierde tiempo en aplicar lo más adelantado de la ciencia cubana y mundial en el tratamiento de esta pandemia, además de garantizar el seguimiento estricto de cada paciente.

El doctor Carlos Idalgo Mesa, jefe del grupo de atención a pacientes confirmados con el nuevo coronavirus en el Manuel Fajardo, explicó a Granma que por tratarse de personas de avanzada edad, la mayoría de las cuales padecen de hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes y otras patologías, no se perdió un segundo en emplear las medidas terapéuticas establecidas en el protocolo de actuación de esa enfermedad.

En ese sentido, mencionó la aplicación, desde el primer momento a los 16 pacientes allí recluidos, dos de los cuales permanecen en la sala de cuidados intensivos, de un medicamento antirretroviral tan potente como la kaletra, además de cloroquina y el interferón, entre otros, a la vez que se inició el tratamiento para prevenir los tromboembolismos, tan frecuentes en personas de esas características, refiere el doctor Idalgo.

Otro aspecto importante ha sido el reforzamiento de la alimentación de los abuelitos con fórmulas elaboradas a base de una dieta blanda que contiene más de una proteína, viandas, jugos de frutas frescas y yogurt para evitar cuadros diarreicos, explicó el especialista.   

Asimismo, se les suministran vitaminas b1, b6 y b12, inyectables para fortalecerlos, además de extremar los controles cada cuatro horas y a veces en menos tiempo, si el caso lo requiere, todo lo cual ha evitado la aparición de escaras, neumonías u otras complicaciones, afirmó el galeno, quien dijo además que hasta la fecha solo ha habido que lamentar el fallecimiento de una ancianita producto de un tromboembolismo pulmonar.

Igual protocolo se sigue con los 25 abuelitos que son atendidos en el hospital Celestino Hernández, destacó el doctor Manuel Toboso Alcantara, director de la referida institución, donde también se atienden cinco trabajadores del hogar de ancianos número tres de Santa Clara.

Mientras esto ocurre en los centros hospitalarios, el resto de los ancianos que dieron negativo al pcr –79 en total–, fueron trasladados hacia la Escuela Regional para Niños con Limitaciones Físico-Motoras Marta Abreu, donde reciben una esmerada atención y seguimiento de manera personalizada, destacó el doctor Rodolfo Ramírez Álvarez, epidemiólogo al frente de la tarea.

Riguroso análisis de las causas y condiciones que propiciaron el evento

Una profunda investigación se lleva a cabo en estos momentos, acerca del lamentable suceso que ocurrió en el hogar de ancianos número tres de Santa Clara, el cual fue fruto de la violación de los protocolos establecidos para estos casos y las medidas higiénico-sanitarias que deben regir la conducción en un centro de estas características.

Según el doctor Neil Reyes Miranda, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en Villa Clara, se ha podido determinar que en la contaminación de los 44 ancianos y 13 trabajadores de la institución, incidió la presencia allí de trabajadores –médico y enfermera– con síntomas respiratorios agudos, los que no fueron informados y luego fueron confirmados como positivos.

Además, en el centro había otras irregularidades con la entrada y salida del personal, todo lo cual favoreció la ocurrencia del referido evento que tanto ha preocupado al pueblo y a la dirección del país, refirió el directivo, quien añadió que las investigaciones continúan y se depurarán las responsabilidades correspondientes.

En este instante se lleva a cabo la rehabilitación del inmueble a fin de dotarlo de mejores condiciones higiénicas, sanitarias y organizativas cuando se produzca el regreso allí de los abuelitos.