miércoles, 24 abril 2024

Para que Cuba se reanime y avance, ¿cuánto más hacer?

Es muy importante tener, en la mayor brevedad y profundidad posible, un retrato de los problemas por cuenta de los cuales, en Cuba, hay personas en desventaja y que necesitan ayuda, en aras de cerrar brechas de desigualdad, y de ir superando vulnerabilidades sociales.

Fue ese uno de los puntos de la videconferencia realizada este miércoles con gobernadores e intendentes del país, encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y por el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa.

A propósito del tema, que partió de una información de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, y de Finanzas y Precios, sobre la ejecución del presupuesto que respalda las políticas aprobadas y la atención diferenciada a vulnerables, Díaz-Canel apuntó que «hablamos de todas las desventajas sociales en las que pueden estar las familias o las personas».

El Jefe de Estado habló de orientar la labor social «a todo el que tenga desventajas», y desglosó categorías que incluyen a mujeres de familias disfuncionales o víctimas de la violencia, madres solteras, madres jóvenes, mujeres que puedan estar desvinculadas del estudio o del trabajo, o que tengan alguna desventaja social por las condiciones en que viven.

Mencionó a los niños y los jóvenes, y entre los segundos, los desvinculados del estudio y el trabajo; «están los que tienen condiciones de vidas difíciles porque sus familias son disfuncionales o tienen determinada desventaja social, o determinadas enfermedades, determinadas limitaciones; y las personas de la tercera edad, en las cuales hay una cantidad de desventajas a veces tremenda».

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Sobre estos últimos, el mandatario recordó al «ancianito que vive solo», y «aquel al que no le alcanza el dinero para comprar las cosas fundamentales, el que tiene una determinada discapacidad o limitación, el que tiene alguna enfermedad crónica, y los malnutridos que pueden estar en cualquiera de estas categorías. O sea, hay una cantidad de desventajas sociales que nos provocan desigualdades en la sociedad, que tenemos, de inmediato, que enfrentar y atender; y yo creo que la vía fundamental es, además de comprender el problema, la del trabajo social».

Con los trabajadores sociales, dijo, podemos diagnosticar esas desventajas; y para cada desventaja encontrar la solución más integral posible, como camino que «incluso elimine las causas de esas desventajas».

En el análisis, el Primer Ministro hizo hincapié en la necesidad de controlar con rigor, y desde cada territorio, cómo se ejecutan los recursos financieros destinados al apoyo de los más vulnerables. Habló de ser ágiles, del valor de aprovechar una política que ofrece posibilidades inmensas para ayudar a quienes más lo necesitan –es inconcebible, razonó, que parte de estos montos no se ejecute–; y valoró la pertinencia de clasificar a los vulnerables, atendiendo a que existen «diferentes tipos de vulnerabilidades». El éxito de esa tarea, acotó, solo se dará si se trabaja a nivel comunitario y de cada territorio.

OTROS TEMAS VITALES

El cumplimiento de los planes integrales de enfrentamiento a las ilegalidades urbanísticas ocupó también la agenda. Se planteó que las acciones emprendidas no han sido suficientes, y que se precisa de exigencia y sistematicidad por parte de las autoridades de cada provincia, para que no proliferen las indisciplinas.

Sobre el cumplimiento del Plan de la Vivienda en el país, se aludió a la importancia de aprovechar las potencialidades –en materias primas, en capacidad organizativa, en creatividad y fuerza de trabajo– de cada territorio.

Ante una realidad marcada en casi todas las provincias por el atraso, el Primer Ministro reflexionó que excusas siempre abundarán, pues las dificultades objetivas, las carencias, están ahí. Por eso, razonó, de lo que se trata es de preguntar qué más podemos hacer, dónde están las alternativas para avanzar en un frente donde hay muchos problemas acumulados.

No menos importante resultó la información compartida en el encuentro por el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, acerca de la alimentación y de los problemas luego de la aprobación de las 63 medidas para dinamizar el sector.

Habló del impacto que van teniendo las recientes medidas que buscan eliminar el mayor número de trabas, y señaló, como una de las principales dificultades, que en las bases productivas se desconozca lo diseñado, incluidos los modos de su implementación.

Se repitió que la batalla se gana en el ámbito local, en las maneras cómo cada gobierno provincial diseñe su atención a los productores y a las redes de comercialización.

Cómo está siendo enfrentada la COVID-19 fue otro tema. El director nacional de Epidemiología del Minsap, doctor Francisco Durán, afirmó que en 2021 el diagnóstico tuvo tendencia ascendente en los primeros ocho meses.

Acotó que en el mes en curso (hasta el 20 de septiembre) disminuyó un 7,2 % la intensidad de transmisión, «al promediarse 7 937 casos por día, contra 8 552 al cierre de agosto».

Detalló que las provincias con los mayores niveles de transmisión en septiembre son Pinar del Río, Sancti Spíritus, Camagüey y Holguín, con el 77 % de los casos del mes.

La actual disponibilidad de oxígeno medicinal, la situación electroenergética, así como el diseño que ya han propuesto los territorios sobre cómo ir reabriendo servicios gastronómicos, comerciales, y otros espacios con los cuales ir reactivando la economía, también formaron parte de la videoconferencia.


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