martes, 26 marzo 2024

24 de febrero de 1895: otra vez a las armas

El 24 de febrero de 1895 otra vez estalló en Cuba el grito de ¡Independencia o Muerte!

Para muchos historiadores “El grito de Baire”, para otros “El Grito de Independencia”; en la isla se volvía a las armas contra la dominación colonial española, se alzaban los cubanos otra vez por la libertad no conseguida durante los primeros 10 años de guerra.

Este día de 1895 un huracán se extendió a lo largo de Cuba. El grito de “¡Viva Cuba libre!” se escuchó en varios puntos de la geografía oriental. Algunos historiadores hablan de 35 puntos donde se alzaron los cubanos contra el gobierno español, muchos de ellos en el Oriente de Cuba.

Solo en el territorio que hoy comprende la provincia de Granma, se consumaron 16 pronunciamientos bajo el mando del mayor general Bartolomé Masó Márquez.

En Yara el coronel Juan Masó Parra se levantó con ochenta hombres; en Bayamo, los coroneles Francisco Estrada Castillo, Esteban Tamayo y José Manuel Capote Sosa, con ciento cincuenta entre los tres; en Jiguaní, el coronel Fernando Cutiño Zamora, con un reducido número de compañeros; en Holguín, otro grupo de patriotas con José Miró Argenter y Ricardo Sartorio al frente.

En Guantánamo se pronunció el coronel Pedro Agustín Pérez, Periquito, en un sincrónico levantamiento que incluyó nueve barrios rurales.

En Santiago de Cuba, enfermo de tuberculosis, el mayor general Guillermo Moncada arrastró con él a veteranos de la Guerra Grande y a los pinos nuevos. Baire escuchó el grito de guerra en la tarde con el capitán Saturnino Lora Totres.

En Occidente, se reunieron en las cercanías del poblado matancero de Ibarra un pequeño grupo que incluía a Juan Gualberto Gómez y a Antonio López Coloma.

Por eso muchos historiadores coinciden que este acontecimiento va más allá del “Grito de Baire”, como algunos lo bautizaron.

Para la destacada historiadora, Hortensia Pichardo: “…Hacer del heroico Baire el centro aislado o principal del levantamiento, sería desconocer que el 24 de febrero de 1895, como resultado de una sabia orientación táctica de Martí, lo que tuvo lugar fue, aunque no en la escala prevista y necesitada del proyecto martiano, un levantamiento simultáneo, con el cual el Delegado del Partido revolucionario Cubano aspiraba a que la llama bélica prendiera en toda la Isla, para permitir que la Guerra Necesaria tuviera -como él solía decir-, la brevedad y la eficacia del rayo…”


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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