Los carboneros de la “Gregorio Pedroso”
En momentos de crisis energética, en Encrucijada la producción de carbón vegetal se torna en alternativa de obtención de energía a través de un recurso renovable de alta disponibilidad en el municipio: la biomasa.
Este es el caso de la Unidad Básica de Producción Cooperativa “Gregorio Pedroso”, Vanguardia Nacional, donde varios carboneros se dedican a esta dura faena.
Si algún visitante pregunta a los campesinos del poblado Calabazar de Sagua, en Encrucijada, cómo localizar a los carboneros de la Cooperativa»Gregorio Pedroso», ellos le indicarán que tome una carreta o un carretón de caballos que lo conduzca terraplén de Piñón abajo hasta la costa de San Bernardo, y en un sitio bautizado como “Donde el diablo dio las tres voces”, se adentre en la profundidad del monte.
Si adelante descubre en la lejanía una humareda, avista cabezas de ganado entre los árboles y un río que se precipita con estruendo en una hondonada subterránea; escucha la voz del hacha que derriba el marabuzal o ve claros y nuevos sembradíos en la manigua; entonces puede decirse que su búsqueda va bien encaminada.
Oscar Concepción Pérez, uno de los carboneros de la Unidad señala:
«Aquí nosotros nos sentimos muy bien atendidos personalmente por nuestro presidente Elio Olivera, además se nos resuelve cualquier problema que se nos presente y tenemos derecho a la estimulación y a una parte de la producción; en general estamos bien y creo que seguiremos así porque lo que hay es que cumplir con el trabajo».
Por su parte, Rolando Aguayo López, quien también se desempeña como carbonero de la entidad productiva explicó sobre su labor: «Estamos quemando un horno y mientras, vamos cortando la madera para el otro, durante se va quemando aquel; el carbón lleva esfuerzo pero no es una cosa que es cara producir, tenemos la ventaja que se le asigna una parte a todos los trabajadores a un precio muy asequible, no como está en la calle y hasta ahora todo ha sido así».
El ruido de un avión que pasa nos trae a la memoria que estamos en medio de la civilización del siglo XXI y que los hombres calcados en la quebrada, son imprescindibles para mantener el equilibrio entre las personas, la naturaleza y esas buenas acciones que nos demuestran que para forjarlas no importa si se está en medio de una ciudad con miles de habitantes o en la soledad de la tierra de “Donde el diablo dio las tres voces”
Más allá nos espera el regreso, en la lejanía quedan los carboneros y el monte inolvidable, luego solo el sonido del viento y el recuerdo.
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