martes, 16 abril 2024

Senado confirma a jueza Amy Coney Barrett para Corte Suprema

Las audiencias que llevaron a la confirmación de Amy Coney Barrett remarcaron las divisiones cada vez más profundas dentro de la política estadounidense, al punto de que esta es la primera vez en 151 años en que un juez recibe el aval del Senado sin obtener un solo voto del partido minoritario.

El Senado estadounidense confirmó a Amy Coney Barrett como nueva jueza de la Corte Suprema del país, con lo cual el presidente Donald Trump lleva a otra figura conservadora al tribunal de nueve miembros.

En la votación, 52 senadores republicanos apoyaron a Barrett, quien fue nominada de forma muy controvertida por el mandatario, mientras una legisladora de esa fuerza política, Susan Collins, se unió a los 47 demócratas e independientes de la Cámara Alta en rechazar la propuesta de Trump.

Las audiencias que llevaron a la confirmación de la magistrada remarcaron las divisiones cada vez más profundas dentro de la política estadounidense, al punto de que esta es la primera vez en 151 años en que un juez recibe el aval del Senado sin obtener un solo voto del partido minoritario.

Trump nominó a Barret para el cargo en septiembre pasado, tras la muerte de la destacada jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, y la decisión de proceder con el nombramiento generó condenas inmediatas de quienes consideran que esa responsabilidad debía corresponder al candidato ganador de los comicios del 3 de noviembre, cuando el presidente buscará su reelección.

Los republicanos del Senado respaldaron de inmediato esa designación, a pesar de que en 2016, cuando el exmandatario demócrata Barack Obama (2009-2017) quiso nombrar un reemplazo tras la muerte del juez Antonin Scalia, fueron ellos mismos quienes se negaron a considerar esa propuesta bajo el pretexto de la cercanía de las elecciones de ese año.

Además de que la nominación y confirmación de Barrett en una fecha tan próxima a los comicios genera gran controversia, la magistrada también recibe numerosas críticas de los demócratas por su postura sobre temas de gran importancia como la ley de salud conocida como Obamacare.

La Corte Suprema, que con la llegada de Barrett tendrá tres magistrados liberales y seis conservadores, tiene previsto considerar un caso el 10 de noviembre que podría determinar el futuro de esa legislación, luego de que varios estados republicanos, con el respaldo del gobierno federal, presentaran una demanda para revocarla.

A partir de comentarios pasados de la jueza, los demócratas advierten que su voto en ese órgano podría asestar el golpe final al Obamacare, aun cuando esa ley cuenta con el respaldo del 57 por ciento de los estadounidenses, según un sondeo de CNN.

Los miembros de la fuerza azul también temen que la inclinación de la corte todavía más a la derecha comprometa el derecho al aborto y lleve al tribunal a ponerse del lado de Trump en cualquier disputa legal que surja de las elecciones.

Con la llegada de Barret al tribunal de miembros vitalicios, el gobernante logra llevar a tres jueces a ese órgano, pues en otros momentos de su administración el Senado también confirmó a los conservadores Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.


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